Si fuese honesta contigo tendría que mentirte después.
Si te digo que te quiero te tendría que decir que ya no tanto.
Y si te digo que me moriría por ti,
te tendría que decir que aún le tengo cariño a mis tendencias suicidas.
No te quiero,
pero siento un dolor pequeño en el pecho
casi imperceptible, ignífugo,
cuando son los labios de alguien más los que besas.
No siento amor por ti,
ni siquiera puedo decir que te antepondría
seguro que si estoy con alguien más me olvido de contestarte
pero si me lo pidieses, ahí estaría sin preguntar.
No eres el amor de mi vida,
ni mi vida,
ni mi amor,
ni mío.
Pero no soporto pensarte con alguien más,
porque no sabrían cómo tocarte
y toquen donde toquen estoy yo.
No quiero nada de ti
no quiero desearte buenas noches,
ni buenos días,
ni desearte.
Quiero no tener que pedirte nada
ni rogar por migajas que me dejen con hambre
ni seguirte los pasos que no es más que arrastrarse.
Yo no te amo,
pero cuando te veo siento un poquito de cariño
el suficiente para romper la mano que se levante sobre ti
para destrozar los dedos que señalen tus errores
para echar abajo todas las barreras que se interpongan en tu camino.
Te tengo justo el cariño
para desear ser piedra en tu camino
y que tropieces conmigo
y rodar a otro sendero cuando intentes recogerme.
No creas que te voy a pedir que no te vayas
te voy a abrir la puerta
la sostendré hasta que te alejes
tanto que tu silueta sea apenas un espejismo
y la cerraré con llave para que no vuelvas.
Así que no te confundas
este dolor en el pecho es una arritmia
y en los ojos me está empezando a nacer una alergía
porque hace demasiado frío
y no te estoy pidiendo un abrazo,
tampoco quiero tu sudadera
porque sería incapaz de devolverla
no es porque la quiera conservar
pero no me da la gana que poseas mi olor.
¿Acaso alguna vez te dije que te quería?
¿Creíste realmente que era verdad?
Si tan bien me conoces
deberías saber que soy buena mintiendo
y fingiendo que no soy buena haciéndolo
¿Creíste realmente que una chica como yo
podría querer a alguien como tú?
Chicas como yo somos de besar hasta hacer sangre
y relamernos las heridas a solas.
Somos de llorar lo mordido sin gemir,
de clavarnos una daga sin hacer mueca
de hablar de la tristeza, pero nunca de quien la provoca.
Chicas como yo
somos las que vemos pasar trenes
y jugamos a que alguien nos espera en la estación.
Pero aún así no te quiero.
Todo lo que me dueles es un cubo de azúcar en el café,
café frío y oxidado de la noche anterior.
Puedes ir del brazo de cualquiera,
no siento nada por ti,
la falta de aliento la provoca el último cigarrillo
las piernas me tiemblan porque llevo días evitando comer
me duele la tripa porque tengo muchísima hambre
se me cierra la garganta porque he atrapado un resfriado.
Yo no te amo,
ni siquiera te quiero,
no siento ningún apego hacia a ti,
no me moriría si te extinguieses.
Eres sólo otra persona temporal
alguien que olvidaré mañana o en un año
alguien que sólo será otra historia triste y sin nombre,
irrelevante, incoloro, intangible.
mañana sólo seras un fantasma
que alguna vez fingí quererle mucho
porque me sentía muy sola.
Y también quizás
mañana descubrirás en los brazos de otra
que no me amas,
que ni siquiera me quieres,
que no hay ningún apego hacia a mí
que no te morirías si me extinguiese
que no soy el amor de tu vida,
ni tu vida
ni tu amor
y mucho menos tuya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario