Amar demasiado a un chico libre no siempre resulta bien, a veces hay que aceptar que debe volar.
Fue lo peor que pudo hacer...¡Que chica tan mas estúpida!
¿Pero es que nadie le ha dicho que el mar es impredecible?
...y así era él...
¿Pero cómo no enamorarse de un chico así
si sonreía como lo deberían hacer las olas en verano?
Eso era lo peor... su sonrisa.
Su brillante sonrisa de brisa marina.
¿Quién iba a poder resistirse a esos ojos de océano?
Ni todos los verdes le igualaban,
ni los azules competían
...era mar...
Chicos peligrosos esos que se creen verano
y mas los que lo son realmente.
Te pueden ahogar en una carcajada
o hacerte navegar con una mirada.
Ella sabia que el chico era diferente,
era rebelde y demasiado astuto,
algo peligroso en un chico tan libre,
algo peligroso en el amor.
Dicen que todo lo que entra al mar regresa,
tarde o temprano, pero lo hace.
Pero la marea nunca trajo de vuelta
el corazón de una chica que un día amó.

No hay comentarios:
Publicar un comentario