miércoles, 12 de julio de 2017

Todo lo demás ya no importa.

Un día cualquiera te llamo al llegar a casa,
te echaré tanto de menos
y llevaré unas copas de más.

No contestes.

Que quiero contarte todo lo que me callé la última vez
que te dije que te odiaba
esperando que tú también lo dijeras
porque así sería más fácil irme.

Pero esa vez te quedaste callado
porque sabías que necesitaba convencerme a mi misma de eso.

No sé si podré decirte todo lo que sentía en ese momento,
quería que me hicieras cambiar de opinión.
No hay nada más triste
que querer quedarse
queriendo irse.

No quiero hacer largo este mensaje:
te quiero.

Y ya está,
que aún después de que me rompieras el corazón,
recogería los pedazos y los pondría de vuelta en tus manos.



Que bueno que nunca escuchas el buzón de voz.


No hay comentarios:

Publicar un comentario