Querida yo, no pienses demasiado en el amor cuando seas grande. Sé que quieres confiar en el chico con ojos de miel y cabello de sol, pero su sonrisa te atravesará como dagas el corazón y las lagrimas que él derramará te harán sentir como si te ahogaras; al final será tu culpa, porque no importa que tan roto esté tu corazón o que tan vacías se sientan tus manos, los demás sólo verán su orgullo en el suelo y sus labios temblando de rabia. No bajes la vista cuando hablen de ti a tu espalda y sobre todo no te culpes por romper el corazón de alguien que ya te estaba rompiendo las muñecas.
Llegará el chico de las palabras amables y de las sonrisas sinceras, te ofrecerá el mundo con terciopelo rosa y bañado en rayos de sol. Ten cuidado con sus manos porque cada vez que sus dedos se enreden en tu cabello dejarán rosas que después sólo te encajarán sus espinas en las ilusiones; no le confíes tu canción favorita y no dejes que el recite el poema que tanto amas porque no lo podrás volver a escuchar sin su voz; no dejes que sus gustos se vuelvan los tuyos porque cuando se vaya ya no sabrás cómo reconocerte. Nunca le digas lo mucho que amas las estrellas y por qué tienes una de ellas en el hombro; no le confíes tu guitarra porque ya no sonará igual después de que desaparezca; no le dediques paginas en tu diario porque ya no sabrás que hacer con tantas letras.
Creerás haberte encontrado en los mechones de una chica que es más arcoiris que persona, te quedarás sin aliento cada vez que ella esté cerca y no sabrás cómo decirle que ella es lo más bonito que haz visto en este mundo gris. No te enamores de ella, no importa que tan genial y adorable sea; no importa que creas que ella es la indicada y que le quieras poner su nombre a una constelación… hay obras de arte que se tienen que observar desde lejos. Te aseguro que tu corazón se romperá y cada vez que la veas vas a querer arriésgate una vez más, pero lo superarás.
Encontrarás un chico con voz trasparente y por un momento pensarás que en su voz está una parte de tu corazón; volverás a creer en el destino y empezarás a sonreír más; querrás hablar de él a cada segundo porque te hace reír hasta que te duelan las mejillas. Vas a empezar a tener miedo porque sus manos han tocado tu pasado y no ha salido corriendo; querrás correr en la dirección contraria cuando te sorprendas cantando sus canciones favoritas y conociendo de memoria las historias sobre su niñez; te entrará pánico porque le haz contado tu secreto sobre las luces y le haz permitido conocer tus ilusiones. Le odiarás porque tu corazón esta tan roto que duele cuando quiere latir por alguien más, odiarás que te haga pensar en arriesgarte, odiarás no creer en el amor…
Así que, querida yo, no tengas miedo. Haz sobrevivido peores cosas y ya te haz roto el corazón por pasatiempo en muchas ocasiones. Sé que para ti amor rima con dolor, pero ya vendrá una persona que se enamore de tus heridas y que quiera compartir insomnio contigo; que te coja de la mano y te diga “venga, rompe a llorar que yo te ayudo a construirte” y que te abrace tan fuerte que haga que todos tus problemas se hagan pequeñitos.
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