Soy esa que no pudo.
Esa que no supo.
Esa que no sabía querer,
pero te amó.
Y amé con toda mi enfermedad.
Amo con toda mi tristeza.
Y metí los dedos en las heridas
para que no me vieras sangrar.
Pero nunca entendí del todo las medidas provisionales.
¿Me crees?
Dime que me crees.
Me crees, ¿verdad?
Me veo, No sé quien soy.
No me reconozco entre una multitud de gente.
Me desconozco de frente.
No me quiero conocer.
No me quiero.
Te quiero.
No me quiero.
No sé quererte.
Me odio.
No puedo salvarte.
No puedo salvarme.
No puedo coger tu mano desde el fondo,
pero te daría las mías.
No quiero salvarme.
Te necesito.
Yo no necesito nada.
Quiero no necesitar.
No sé cómo decir que necesito.
No sé qué necesito.
Lo siento. Lo siento. Lo siento.
No es disculpa.
Sólo efecto secundario de estar viva.
Abrázame, estas heridas no duelen,
no me haces más daño del que ya me hice.
No has hecho nada,
estas balas salen desde dentro.
No te vayas.
No te acerques.
Quédate.
Vete.
Estas demasiado lejos.
Te extraño.
No me quiero volver a ver.
Estoy muy enfadada.
Extraño el sentimiento desconocido de reconocerme,
de conocerme,
de saberme de memoria,
aunque fuera mentira;
de hacerme encajar en el rompecabezas,
de romperme la cabeza con trivialidades,
de rompérmela ideando planes para que me creas,
para ser normal,
para ser más real.
Yo no tengo nada.
Yo no tengo a nadie.
Tengo las manos heridas de tirar de mis sogas
sin conseguir moverme un centímetro,
y te odio,
te odio,
te odio,
por lograr hacerme correr en menos de un año
y yo llevo 21 años tratando de invitarme a salir.
¿Por qué se marcharon?
No quiero que se vayan.
Odio estar sola.
Odio estar conmigo.
Detesto mi compañía, me doy miedo.
¿Por qué no están?
¿Fui yo quien se fue?
¿Yo los alejé?
¿Es mi culpa? ¿Lo merezco?
¿Es mi castigo por apuñalar a mi pequeña?
¿Realmente es culpa mía?
¿Me alejé yo?
No sé quien habita este cuerpo.
Todos los recuerdos son prestados,
la respiración también me la prestaron.
No quiero nada de mi.
Te quiero.
Y no sé cómo quererme,
pero te quiero.
Les quiero.
A mi también a veces.
¿Me crees?
Me crees, ¿verdad?
No hay comentarios:
Publicar un comentario