miércoles, 2 de abril de 2014

Por lo que un día deje que se llevara el mar.

Le temo mas a la inestable superficie del mar que al oscuro y frío fondo, tal vez es culpa de mi complejo de borde.

Me dijeron que no tuviera miedo,
que respirara.
Jamas me dijeron que era necesario tener miedo,
que era normal,
que me debía preocupar si no lo tenia.
Me hicieron temerle al miedo,
temerle a mi respiración.

Llore,
llore porque era lo único que podía hacer.
Ahogue a mis demonios en agua salada,
me ahogue con ellos.
Olvide que ellos sabían nadar
y yo era la única que nunca aprendió hacerlo
porque odiaba salir a la superficie
y sentir la falta de oxigeno en mis pulmones.

Me aloje en el fondo del mar,
58 segundos que para mi fueron como la mitad de mi vida.
Aprendí a respirar,
mas bien a no hacerlo,
deje mis sueños irse con la corriente,
mi fuego apagarse con el agua,
me ahogue en la tempestad de mi alma
y no intente salvarme.

Diría que lo siento,
que en verdad lo siento,
que siento miedo.
Que me faltan gramos de agallas,
mililitros de oxigeno puro,
1.65 metros de un espejo mas limpio,
un órgano mas resistente en la jaula de mi costilla izquierda.

Todo lo que trato de terminar
siempre termina dejándome huecos llenos de hielo,
me deja los pies atascados en el barro,
me lleva a terminar echando de menos todo lo que un día me eche de mas.

A penas puedo mantenerme en pie
a penas se quien soy.
Deje de esperar una estancia en el hospital
pedí auxilio o muerte asistida
porque yo ya estaba harta
de sobremorir con respiración artificial.

Me estaba (estoy) ahogando
rogué al cielo ayuda y solo el infierno respondió
patalee contra las olas que golpeaban mi pecho
luche por un poco de aire de la superficie.
Y cuando por fin salí
el aire quemo mis pulmones, tal como si fuera ácido.

No se donde estoy,
no se quien soy o lo que se supone que debo ser.
De vez en cuando me gusta ahogarme,
me siento mas segura en el fondo,
cerca de los demonios que ya me son tan familiares.
¿Para que trato de levantarme una vez mas
si se que todo se volverá a venir abajo
(que me vendré abajo en cualquier momento)?

Estoy extrañando demasiado,
me resulta peligroso tener esperanzas vacías,
no puedo permitirme volver a pedir deseos.
No se por qué, pero extraño todo lo que deje atrás.
Aun así no quiero volver a escuchar el sonido de mi corazón quebrándose,
no puedo volver a escuchar como pierdo todo lo que nunca tuve.

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