Soñé con ese beso que no te roba una parte de tu corazón, con ese abrazo que no te quema los brazos rogando que no se acabe.
Soñé que yo no llegaba tarde a tu vida, que llegaba justo en el momento en el que debía, que no había contratiempos, ni platicas en tercera persona.
Soñé que me querías, que yo también lo hacia y podía escuchar a todas las personas que alguna vez nos quisieron juntos aplaudir y vitorear nuestro primer beso.
Soñé que yo no me alejaba aquella ocasión cuando me pedías con la punta de los dedos cogerme de la mano hasta que llegáramos a casa, que cantábamos la misma canción sin mordernos el corazón, sin mentirnos a los ojos jurándonos un "siempre".
Me imagino un mundo paralelo cuando nos encontramos, donde no temblamos de miedo con un beso en la mejilla, donde las despedidas no son un acuerdo de confianza para guardar un secreto a voces, donde los "te quiero" no llevan implícito un "sólo si tú también...".
Me dio por condenarme a que aunque me cortara la cabeza, seguiría pesando en ti... porque a mis brazos les hace falta tu cuerpo, porque hay un hueco entre mis dedos donde debería estar tu cabello, porque siento el frío en mis hombros donde debería ir tu brazo, porque estoy echando de más el espacio donde jugaban tus dedos en mi cintura y mis piernas me hacen tropezar porque tus pasos ya no marcan el ritmo al caminar.
Escuché una canción que describe perfectamente lo que te he querido decir desde hace tiempo, me han entrado ganas de que la escuches pero me limito a cantarla a gritos mientras conduzco y finjo que no soy yo y finjo que no duele visitar los mismos lugares en los que nos destruimos de la manera más inocente.
Está bien. Estoy bien.
Ahora que te conozco, ahora que eres tú quien me ha matado (créeme, no hubiera deseado nunca que hubiera sido alguien más porque no sabrían hacerlo con toda la ternura de la que eres capaz) estoy preparada para ver el fin del mundo.
En fin...
soñé...
te soñé...
soñé que nos encontrábamos en ese lugar del que siempre hablábamos
y ambos sabíamos que por fin estábamos en el lugar correcto en el momento indicado.
Ojalá no me hubiera dolido el pellizco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario