jueves, 23 de enero de 2014

Lo que nunca te dije.

A estas horas me llega la honestidad golpeando el costado y creo que debería decirte una cuantas cosas, creo que debes saber de los insomnios y de los planes que nos tenia y que jamas me atreví a proponerte.
Espero que recuerdes cuando no pude soltarte, me temblaban las manos por hacerte sentir todos las oportunidades que había dejado pasar, quería mostrarte todos los sentimientos que escondía bajo la piel.
¿Recuerdas esa noche de Marzo? Bueno... en realidad no tenia frió, solo eran nervios. Esa noche termine desnudando mi vida para ti, te regale mi pasado y me diste una sonrisa que jamas había visto antes y una historia graciosa que ahora provoca una avalancha en mi estomago. No sabes cuantas cosas mas tenia por decirte, pero ya sabes que el tiempo siempre se nos viene encima.
No se si recuerdas la primera vez que nuestras coincidencias decidieron volverse casualidades y después de eso solo buscábamos la manera de tropezar. Debo confesar que estaba mas nerviosa de lo que mis piernas aparentaban y que cuando te volteaste no pude evitar una sonrisa que hizo que mis mejillas dolieran.
Recuerdo que tu cabello me parecía algo tonto y las manías que tenias al hablar siempre me sacaban de quicio y después añadías ese acento extraño al decir ciertas palabras que jamas había escuchado en otras personas y que en ti sonaban tan correctas. Te podría haber dicho que me encantaba cuando me preguntabas el significado de alguna que no habías escuchado antes, pero ya sabes que a mi se me pasan mucho las cosas que te quiero decir porque me distraen esos ojos marrones tan comunes pero que en ti hacen un efecto diferente, como a poesía.
Y después hablamos de lo bonito de los atardeceres y del mar y las estrellas, de la forma en que la luna se volvía tan bella cuando las nubes le perfilaban, hablamos del ruido de un motor que parecía un ronroneo del gato mas feo y de olores que no sabíamos que eran, de los largos paseos por carretera y del viento en las mejillas y de otras cosas tontas que nadie parece prestarles atención. Pero a ti y ami nos gustaban, tanto como tu soñabas fotografiar el brillo de los ojos mas sinceros y yo lo quería dibujar.
El primer día de mi vida siempre fue algo parecido a tu voz, sentí que nací la mañana que tocaste mi cabello y me sentí ciega hasta que vi el lunar de detrás de tu oreja. Sentía que apenas había despertado la primera vez que te escuche tu voz después de dormir la siesta, porque soñando ya estaba mientras te veía dormir.
Sabes, ahora no me importarían unas cuantas pecas en mis mejillas por compartir el sol contigo, no me vendría mal el calor de tu risa en esta tarde de enero, y agradecería mucho tu mano sosteniendo la mía mientras te leo mi poema favorito.
Nunca te dije que pase de quererte a odiarte, de amarte a aborrecer no poder olvidarte, pase por la ansiedad de tenerte justo enfrente y no poder decirte lo que ya tenia en la punta de la lengua a la desesperación de verte otra vez marchándote como siempre.
Y ahora ya esta, ya lo sabes... y no. Lo que no sabes es que las circunstancias no están a mi favor, ni el día, ni el mes y tal vez la vida tampoco. Pero me basta con que lo sepas.

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