martes, 7 de enero de 2014

Primera carta para enamorarte

Este es mi primer plan, de los muchos que tengo para nosotros.
Mi primera táctica es conseguir que estés a 10 centímetros de mi y después tomare tu mano para darte un infinito, de esos que no me atrevo a dar.
Planeo conseguir un "para siempre" en tu sofá y un "quédate" cuando bese tu mejilla.
Pero mi plan maestro empieza con eso de sacarte una lagrima, de esas que solo puede conseguir una buena risa, porque las otras ya me las conozco. Planeo hacer tu sonrisa mas amplia que el amanecer y mas brillante que el sol y terminar por convertirnos en poesía antes del atardecer para ser la melodía mas hermosa durante la noche.
Te contare mis películas favoritas y te hablare de mis libros tesoro, de esos que guardo en la mesa de noche y que no me atrevo a negarles mis insomnios, y que con gusto cargo en las ojeras junto contigo. Te describiré el gran espacio que has hecho en mi corazón para mudarte y te pediré un rincón pequeño en el tuyo para dejar las letras de mis canciones y mi guitarra, porque con tantas conversaciones a media noche ya no me caben.
Y te recitare a Benedetti  y te darás cuenta que es Mucho mas grave mi amor por ti, así que Hagamos un trato y no cuentes hasta diez para empezar por decirme Te quiero, que yo me encargo de convertirnos en la revolución. Ahora puedo ver que si no estamos aun juntos en esta noche La culpa es de uno, o de los dos, en todo caso, pero Vaya uno a saber porque sonrió de esta manera cada vez que te veo y cuando pienso en ti las calles lucen mas apetecibles. Después te preguntare cómo con toda esa Táctica y Estrategia conseguiste que mi Corazón Coraza se hiciera Todo lo contrario al saber que estabas cerca. Te darás cuenta que todos los versos me recuerdan a ti.
Te contare del día en que Sabines vino a matarme pero No es que muera de amor... muero de ti, o de tu ausencia, de la nuestra. Pero Amor mio, mi amor cómo te puedo llegar a explicar estas ganas de terminar por crear nuevas constelaciones en tu espalda y sin prisas descubrir nuevos mares y planetas en el vaivén de tu pecho y el ritmo de tus manos.
Los poetas van a terminar teniendo razón, pero Déjame sueltas las manos, porque tal vez Neruda pueda salvarnos y después de estar juntos y de conseguir un contrato sin plazo para quedarme en tus rizos y besarte sin titubeos que No me pregunten acerca del tiempo perdido, porque terminare dándome de bruces contra todos los poemas que nunca te di por cobardía barata.
Ahora te pido que me des un mes para estar a tu lado, para hablarte de los lugares en los que te he buscado y de la gente que me ha preguntado de ti, porque toda mi vida te he buscado en rostros que no eran el tuyo y te he mencionado con nombres que ahora me rió al darme cuenta que no suenan igual.
Te hablare de la vez que pensé que eras el chico que cruzaba la calle y que me sonrió por casi 5 segundos, o cuando te confundí con un lindo vestido carmín y un par de piernas largas. O de aquella vez que yo llegue muy temprano y con los nervios en las manos visiblemente extraños y con ese sofocante olor a Agosto en el  pelo, y una terrible sensación en las piernas de Lunes, que bien podría ser Miércoles o Jueves de cualquier otro mes, pero no lo fue porque te vi por primera vez.
Te regalare la primera versión de una bienvenida que nunca llego y de una platica que mas bien fue un intento patético por decir mi apellido.
Esta es mi estrategia para convencerte de que merezco la pena y para convencerme de que ha valido la tardanza, y en realidad espero que funcione, pero si mis planes no funcionan aun me quedan excusas y motivos para vernos. Esta es la primera carta y la entrega de la segunda solo dependerá de ti.

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