sábado, 15 de febrero de 2014

Confesión de cobardía.

Tal vez es porque yo soy cobarde. Porque yo hice las maletas desde el día que me sonrió, pero me las deje escondidas en un rincón de la habitación para que no las pudiera ver y no se marchara antes.
El día que me dijo que me quería, tome las maletas y sin mirar atrás le dije "Yo ya llego tarde" y salí con rumbo a no se donde. No llegue muy lejos, tropecé con mis lagrimas y el me alcanzo.
Me tomo por los hombros y me dijo que sabia de mis miedos y de mis incertidumbres, y yo no pude decirle algo mas. Y aunque le quería y tal vez haya sido la única vez que he amado, me quede callada.
Abrí los labios y no salio ni un sonido, fue un intento patético por encontrar una escusa para todas mis huidas. Pero esta vez no hubo escusa, no hubo huida, me quede. Me beso por primera vez y supe que había sido una cobarde y que tal vez nunca dejaría de serlo, pero el me hacia sentir valiente.
Aproximadamente en dos veranos supo como descifrar el braile de mis cicatrices y como decodificar cada borde emocional, y a mi eso me dio miedo. Se instalo el pánico en mis piernas y de nuevo salí huyendo de lo único que había amado.
El volvió a por mi, el me busco, el me encontró. Me dijo que me amaba y esta vez me pregunto si yo sentía sentía lo mismo. Me quede callada.
Abrí los labios y como la vez anterior no salio nada. Aun así el tomo mi mano con cierto cuidado, y yo me deje llevar, porque en realidad no quería irme.
Otoño llegó y sorpresivamente con él, llegó mi risa. Fui lo que nunca había encontrado en otras versiones: una chica que caminaba sin ver el suelo y que sonreía de vez en cuando en un abrazo. Y me desconocí, y me sentí a salvo y me sentí bien, por primera vez.
Por primera vez fui lo que siempre debía ser, primavera. Pero es que yo me juego trucos muy crueles, y me encontré sonriendole y me quede a la mitad del "Te Quiero", es una putada que yo sea tan cobarde.
Y entonces mientras dormía, saque de nuevo las maletas. Pero antes de irme, esta vez si mire atrás, y el me miraba. Y supe al instante que ya no seria capaz.
Me miro y no se inmuto en tratar de decir una sola palabra.
Abrí los labios y esta vez si dije algo. "No puedo".
El me tomo de los hombros como la primera vez y me dijo "Te Amo", esta vez sintiéndose mas como una bala que explotaba mi corazón. Y yo le quise decir que yo no era capaz, pero que mi corazón aceleraba, pero que yo tenia miedo.
Me quede.
Y el tomo las maletas y antes de cerrar la puerta me miro y casi con un susurro dijo "Si puedes".
Esta vez tenia lo que merecía, una soledad segura, que seguramente no me iba a decir nada de lo que yo necesitaba, mas me iba  a quitar de vez en cuando las fuerzas y las razones de sonreír.
Supongo que ahora tengo lo que merezco, que por fin encontré el lugar a donde pensaba huir y esta vez nadie vendrá a buscarme.

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