lunes, 11 de noviembre de 2013

Cosas que no tienen mucho sentido.

Me andaba jalando las ganas por la mañana para seguir caminando, me he tenido que recordar que tenia que llegar a casa para no dejarme caer en el césped.
Recorrí las calles con apenas una pequeña idea en los labios, quería encontrarte aunque sea en mis pestañas, pero de ti ya no queda ni un pequeño roce de tu cabello, incluso ya queda poco de mi.
Te buscaba porque estaba planeando decirte que me devolvieras la mitad que te llevaste, esa que me vacía y que me llenaba de ti, irónicamente.
Me he topado con personas vespertinas, de esas que yo no soporto, de esas que evito porque yo soy de esas que pierden media vida hasta el café oxidado de las tres de la tarde.
Me encontré respondiendo "Buenos Días" a extraños que jamás volveré a ver, pero de buenos no tienen nada estos días porque ya no estás y ya no estoy.
Inhalé el humo que despedía pesadamente un chico que pasaba por la acera y me detuve al pensar que eras tú, aunque ya sabía que tú no eras. Debía estar segura que el olor del tabaco no me confundiese rostros extraños con el tuyo.
He visto niños balanceándose en el columpio, y me he dado cuenta que le ha faltado aceite para no chillar al tiempo como yo le chillo al pasado para que vuelva.
Me abrí el corazón en plena lluvia, pero sólo caía sobre mi y nadie más le veía.
Me abrí las venas por tercera vez porque creí que así regresarías, pero ni siquiera regresé yo, sólo se me ha escapado el oxígeno que ya me faltaba.
Me han preguntado que si me encuentro bien, imagino que tendré una cara de loca o que me vieron tambalearme sobre tu recuerdo. A penas le he mirado y le he dicho con una sonrisa que me dolió que me encontraba mejor que nunca ahora que me había perdido a mi también, pero creo que no me ha entendido así que sigo caminando hacia el final del día que está tan lejos como tú.

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