jueves, 7 de noviembre de 2013

Hoy me vino recordar(te)

Hoy me apeteció recordar el atardecer, pero no cualquiera. Recordé ese día de primavera mientras nos dirigíamos al final del día.
Hoy me vino recordar las melodías que me inventaba y juro que pude escuchar de nuevo ciertos acordes.
No diré que día era porque de casualidad era mi día favorito (y era mejor porque estabas ahí).
El tiempo era perfecto y no tenía frío por primera vez.
Ya que hablamos del tiempo, dime cuándo te volveré a ver... o al menos cuándo dejaré de encontrar tu nombre en las vibraciones de mis cuerdas.
Hoy es de esos medios días (mañanas, tardes y noches) en los que me acuerdo de los deseos que le he encargado a todas las flores y de los laureles que pensé en regalarte (y que no me atreví).
No te diré que lamento no haberte dicho que te amaba (porque aún tengo miedo), no te diré que es cierto que sigo dibujando tu rostro en mis notas.
No te diré que he encontrado a alguien como tú, aunque sea cierto que he tratado de enamorarme (yo, que a mi no se me dan esas cosas).
La verdad es que hoy escribo porque hoy me vino recordarte, y quizás hasta recordarnos.

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