domingo, 19 de mayo de 2019

Afterlife




No ha pasado nada
estuvimos años dando vueltas 
dentro de un huracán 
para terminar en el mismo sitio,
en el punto exacto
donde nos perdimos.

No hay salvación
solo la ilusión
de una nueva vida
acostumbrados a respirar 
con la cabeza hundida en la mierda. 

Tras la espera 
disfrazada de esperanza 
solo hay letargo. 

Después de la guerra mundial
viene la purga,
la falsa calma,
la compasión involuntaria.

Construimos civilizaciones
nos ponemos reglas morales
y nos escurrimos entre las letras pequeñas.

Rompemos las normas impuestas
en nombre del bienestar
propio,
comodidad clasista  
y exclusiva, 
excluyente. 

Matamos en nombre de la paz,
rezamos a dioses fantasmas,
llenamos ríos de sangre.

Millones se mueren de hambre 
mientras otros millones vomitan 
por devoción estética. 

La tortura pasa por cultura
la violencia se reviste de arte
el genocidio es una costumbre
el racismo nuestra herencia,
y que vengan esos resabidos 
con sus cátedras fascistas  
y discursos paradójicos, 
aquellos muy imbéciles 
que pretenden ponernos contra los muros 
que sepan que nosotros ya los derribamos. 

Mis hermanas luchan en el frente 
mis hermanas mueren en la calle 
mis hermanas tienen miedo 
mis hermanas son “halladas muertas” 
mis hermanas siguen luchando. 

A mí de pequeña
me enseñaron a no bajar la mirada
ante los falsos regentes
porque la tiranía más cruel
que iba a vivir
sería la propia.

Aunque quizás al final nada de esto importe,
solo soy otro fantasma rumiante
y tú un mortal más jugándosela.



Tranquilo,

todo está bien. 


No ha pasado nada. 
                                  
No ha pasado absolutamente nada.  







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