Cuando el amor llega
no toca la puerta,
crece como enredadera
a través de las ventanas
y sus raíces levantan el suelo.
El amor no es una rosa domesticada,
es un dragón hambriento
y con alas de mariposa
que araña
y hace crecer violetas en tus entrañas
hasta que no puedes respirar
y las flores te salen por la boca
al conjurar ese nombre tan bonito
que te hace desafiar la gravedad.
Cuando el amor llega
tira las paredes
y rompe las cerraduras.
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