Llorabas tantas balas
que yo tuve que cubrirme,
correr a resguardarme,
por miedo a morir acribillada
y que no besaras mi frente
antes de enterrarme en recuerdos
a los que no les darías tantas vueltas
y yo me he propuesto ya no ser carrusel
así que la vueltas son de revólver,
en lo único que podemos ganar
es en la ruleta rusa.
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