"Olvida que en mayo también hace frío...
recuerda si vuelves que ya no estoy yo
entiéndelo, te has llevado una vida...
ten el valor de sentir lo que digas y hazlo.
El año que viene... te juro que te olvido."
-Fredi Leis
Es tan difícil no quebrarse,
caminar entre escombros
y no lastimarse con recuerdos rotos,
páginas que nunca pudimos pasar;
infectarse los pies de heridas ajenas,
llorar la muerte del enemigo
y celebrar la propia
como un rescate.
Resulta imposible no intoxicarse
con el hálito de ilusiones caducadas,
tragarse las ganas de llorar
y romper
a carcajadas
el dolor propio
para que no pese
para que se lo lleve el viento
y lo restriegue en la cara de otro.
Y cómo no volverse zona de guerra
si todo lo que entra por los oídos
es el fugaz sonido del disparo
pero no hay orificio de salida
se queda haciendo eco en el cerebro
enmudeciendo la esperanza
y ya no hay nada que esperar.
Cómo reconocer tus propios pasos
sobre un campo de concentración
por el cual han pasado millones
y a ninguno se le ha permitido
despedirse de los suyos.
Si a mí de pequeña me hubiesen contado
sobre las fosas comunes
yo hubiera pensado en ti,
sin conocerte,
porque todavía después de hacerlo
no logro reconocerte entre la multitud,
una multitud a la que yo hubiese matado primero,
con las manos desnudas,
antes de que ellos lo hiciesen contigo.
Y ahora mírate.
Tan igual al resto
que apestas.
Qué difícil es llamar basura
a lo que una vez amamos,
a lo que nos metimos a la boca como regaliz,
y ya tengo suficiente plomo en la sangre
como para declararme soldadito
pero ya no me apetece jugar.
Me hubiese gustado conocerte antes
cuando todavía no aprendías a matar,
cuando las armas eran ramas
y las bombas..
solo explosiones que mimetizabas con tu voz.
Nos parecemos tanto
que maldecirte
me augura mala suerte
y somos tan diferentes
que pronunciarte
se anuncia lengua muerta.
Malditas contradicciones.,
contraindicaciones de un reencuentro,
mala combinación
de químicos explosivos,
fuimos fuegos artificiales
tan letales como Trinity.
Yo te hubiera llevado 100 años en el corazón
y ahora tengo que aprender a extirparte
como a un cáncer
que amenaza metástasis en mi cuerpo,
me estás llegando a los huesos
pero te lo advierto…
que aunque los míos son de cristal
cortan.
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