jueves, 11 de abril de 2019
Ana
Claro que tengo frío,
tú también lo tendrías
si tuvieses que caminar sobre hielo todas las noches,
pero has preferido no mirarme
y me condenaste a mí a hacerlo por el resto de mi vida.
No me reconozco desde tu tacto
me sigo autolesionando en mis caderas
cada borde más filoso que el anterior…
pero ya has decidido que aún no soy suficiente.
Estoy tan vacía
que casi podría jurar que me desbordo.
Me encuentro tan llena de tu mierda
que he perdido el sentido del olfato
y solo siento frío.
Y hambre.
Si tan solo pudieran verte…
maldita hija de puta,
vas de hada del bosque
y resultaste lobo feroz.
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