lunes, 8 de abril de 2019

Campo minado



En mayo también hace frío,
en la primavera también se secan las flores,
en el polo norte también hay incendios,
una mariposa también puede detonar una granada
y la víctima también empatiza con el asesino.

No es nada nuevo,
yo me enamoré de ti.

A veces nos portamos peor en la paz que en la guerra,
en la guerra damos lo mejor de nosotros
y en la paz…
nos convertimos en animales heridos.

Mi monstruo del armario era mentira
yo lo llevo encima como una segunda piel,
quizás por eso nunca fui capaz 
de desnudarme por completo.

El miedo ha sido mi única compañía,
han pasado tantos años
que ya me siento segura
en medio de toda esta oscuridad.

Te enamoraste de una niña 
con seguridad de muñeca rusa,
ni ella misma sabe
si el monstruo la contiene a ella
o ella le dio asilo en sus entrañas,
como una madre 
a la que le han arrancado todo
y no tiene un cadáver que enterrar.

Todo fue divertido 
hasta que viste 
que mi guerra jamas acabaría 
porque yo era la guerra 
y la guerra era yo.
-Gata Cattana

Dolerá,
toques donde toques,
es lo único que te puedo asegurar.

Lo único seguro es el dolor
de saberme zona de guerra,
de no poder ofrecerte un recorrido
porque soy terreno inestable,
eterno territorio en conflicto.

Ten cuidado 
si caminas de puntillas
sobre mis trincheras,
porque no sé concederme tregua
y para este ejercito suicida 
no existe la retirada.

No me conviertas en Ariadna
para salir del laberinto 
y después olvidarte de mí
convirtiéndome en isla,
en naufragio.

No quieras ser francotirador, 
no hagas de mi tristeza tu blanco
si al tercer día la pierdes de vista
y te aburres de la práctica de tiro.

Olvídate de mí 
si vienes con ganas de hacerme la guerra
porque me viene muy mal 
la Tercer Mundial ahora.

Olvídate de mí
si pretendes expropiar oro,
aquí las únicas minas que existen
pueden acribillarte el corazón.

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