Era quien me hacía llorar
y al mismo tiempo
el único que podía hacer
que dejara de hacerlo
Abre la herida
y solo él
sabe cómo cerrarla.
Y ese es el problema
Me siento como una bola de boliche
que se rompe frente a los pinos
incapaz de derribarlos.
La peor parte de todo este desastre
es que es de esa clase de personas
que cuando se van
se llevan una parte de ti.
Y al final,
no sabes que extrañas más.
Ni se queda
ni se va del todo
y yo soy incapaz de irme.
Ni está,
ni es,
ni somos.
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