No soy invencible.
En realidad, soy muy frágil,
te digo.
Mi caja torácica
es una caja musical descompuesta.
En mi cuerpo
habitan fantasmas de hace 5 años.
Toques donde toques
hay cristales sin pulir,
cada vez que me abrazas
retumban en mi piel los huesos rotos
que no han sanado desde la primavera.
No soy invencible.
Tengo un par de piernas torpes
que me hacen tropezar cada 23 pasos.
Un par de manos temblorosas e imprecisas
que rompen todo lo que sostienen.
No sé aferrar mi vida a algo en movimiento
no puedo perseguir sobre las vías
a un tren que nunca llegó.
No soy invencible,
ni tampoco mujer de piedra,
ni reina congelada,
ni dragón.
Soy carne,
sangre,
y un corazón con arritmia.
No soy invencible,
te digo.
Soy humana,
te digo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario