sábado, 18 de octubre de 2014

Tonalidades grises

Yo pensé que todos los cielos que pintabas eran habitables. Había tantas lágrimas y tormento en tus paisajes que de algún modo me enamoraron. 
Me hubiera gustado morir de amor, no de todo lo demás. No quiero morir ahogada con tus palabras, ni enterrada entre tantas promesas y avalanchas de despedidas.
Te alejas muy despacio, sin hacer ruido y desapareces dejando demasiada destrucción. No puedo creer que yo no me haya dado cuenta de todas las heridas que me habías dejado al decir "Hola".
Por suerte, o por llamarlo de una manera, existen los terribles reflejos en todos los charcos de la ciudad, y yo te vi en cada uno de ellos, y era realidad tan horrorosamente hermosa; pero horrorosa y terrible, al fin. La ventaja de llover no es el arcoiris, son los espejos que cargan tanta realidad podrida. ¿Quién te va a conocer mejor que esta ciudad donde te desvistes?
Creí que habías dicho que me querías, creo que escuche mal, creo que desde el principio me puse esa hermosa venda de los enamorados sobre los ojos. Creí ver tu sonrisa en todas las demás, creí sentirte en cada abrazo y era el espejo el que me inventaba más mentiras.
Supongo que así será, que tu seguiras pintando cielos grises en los cuales no pueda vivir; y por mi está bien. A veces el cielo no se despeja y las nubes no quieren ceder. A veces es uno mismo el que debe moverlas, o moverse, pero tal vez solo pienso esto porque realmente ya no quiero seguir viendo todo en tu paleta de colores.

lunes, 16 de junio de 2014

Ensayar mejores principios.

Ahora es cuando estaría bien empezar por el final y terminar, de una vez y por todas, con todos los principios que están de mas.
El final empieza por destruir los inicios de una obra que jamas se completo, de una fortaleza que jamas albergo un ejercito y de un castillo que nunca tuvo su princesa. Y después de hacer añicos las ventanas y destrozar puertas y paredes, hay que quemar los escombros, de ser posible hay que pisar las cenizas hasta que solo sean una alfombra fúnebre que cubre el suelo donde alguna vez hubo una batalla contra nadie y una derrota impresa en las venas. Y cuando el silencio abarque todos los rincones con ese sonido que hace estremecer las placas tectónicas de los recuerdos apareceré yo de entre alguna sombra difuminada por el tiempo y entre tanta destrucción hallare la forma de buscar un nuevo comienzo cerrando completamente todos los finales que terminaron en puntos suspensivos.
Es aquí el punto donde aparecen mas rostros, y aquí también el tuyo se va. Y no. No te guardare de nuevo en el cajón, porque lo estoy ocupando para mis historias y la verdad es que no te quiero volver a leer en ninguna de ellas. Me hubiera gustado al menos escuchar que te preguntas por mi, que me preguntaras si estaba bien, aunque ya sabias de sobra que no era así, pero aun yo te contestaría con la mejor de mis condolencias "Estoy perfectamente bien" aunque solo fuera un grito de auxilio ensayado. Pero eso ya no importa, porque ahora, tal vez por primera vez, si lo estoy. O por lo menos ya no miento tanto, porque la verdad es que me he rendido ante el hecho de fingir cordura, ahora trata de dejarla bien amarrada al primer libro que me hable de gravedad. Así que si, así son las cosas ahora. Te puedes ir, tienes vía libre. Es más, toma el primer tren, el que sigue el camino contrario al mio y quédate en el primer punto donde brille el sol mejor que en esta escusa de ciudad, y se feliz, así como un día fingiste serlo.
Ahora me despojo de los malos ejemplos y las preguntas bizarras, quiero olvidar la lista de reglas que escribí al final de todos mis cuadernos y darle un mejor significado a las lineas de mis fracasos. Quiero tomar de nuevo entre mis manos el tiempo cuando no teníamos que vestirnos para la guerra, cuando podíamos jugar con espadas de madera y caminar sin prisas entre el mar y la arena y no correr desesperados entre la vida y la muerte. Quiero poder ser capaz de lanzar una pelota y no pensar que estoy quitando el anillo a una granada.
Lo que no escuche en mis películas favoritas es que la única manera de volver a comenzar es terminar con todo. Que lo mejor no es enterrar los recuerdos a tres metros bajo tierra y con una marcha fúnebre de fondo, que lo ideal es quemar todos los restos que nos escuecen las ganas de seguir con un grito de batalla que nos estremece los pulmones y lanzarnos al fuego, dejar que nuestras heridas se cautericen. Y justo cuando creí que el fuego se había extinguido me di cuenta que al igual que si miras demasiado tiempo un abismo, el te mira, así el fuego también se fundió en mi.
Y eso es lo bonito de las historias, saber cuando debes finalizar y empezar de nuevo, y hay veces que no basta con pasar pagina hay que tomar un nuevo cuaderno y cambiar el color de tinta.

miércoles, 14 de mayo de 2014

Tendrías que verme ahora

¿Aun no es suficiente? ¿Aun no soy suficiente?
"No"
Duele un poco mas cada vez que los números aparecen, los odio, los odio demasiado, los aborrezco. La peor parte es que a veces no solo son números, sino también palabras, para ser mas exacta, adjetivos.
"0 podría ser bueno, para empezar"
¿Y ahora cómo se supone que debo pedir ayuda? Por lo menos la ultima vez la merecía, ahora no hay manera de que lo crean. Te dicen que debes hablar, que no hay nada malo, que te podrán salvar. Pero ellos no entienden nada, no saben nada de las noches que pasas preguntándote si es la ultima, si tendrás que contar mañana de nuevo.
"¡Como si alguien te pudiera salvar!"
Y entonces te acostumbras a las duchas frías, al frío en general; sabes que tendrás que lidiar con el por un largo rato. Te empiezas a encariñar de los mareos, le haces espacio al dolor de garganta y a los monstruos que devoran tus entrañas. Te conviertes en un monstruo que sueña con no dejar huella sobre la nieve, pero dejas cicatrices.
"¿Qué dirían si pudieran oír mis pensamientos?"
Te dicen superficial y la verdad es que lo único que quisieras es jamas volver a ver un espejo (romperlo, enterrarlo en un cementerio junto con tu cordura) o tener que abrir el armario para escoger la mascara que usaras (la que terriblemente también tiene una talla).
"¿Es que nadie puede ver lo que yo?"
Fantasmas, demonios, es todo lo que puedo diferenciar. Me llaman con sus voces de navajas, me dicen que doy asco, que soy un fracaso, que no valgo la pena... Tienen razón.
"Odio esto. Me odio"
Ellos no me entienden, jamas me podrán entender, dicen que estoy loca... tal vez en verdad lo estoy. Yo no puedo ver el mundo como ellos lo ven, soy complicada, no puedo sentir como ellos lo hacen, debo sentir mas, debo sentir la felicidad hasta que duela y la tristeza hasta que sangre.
"Bordes de locura"
Ya he perdido la cuenta, pero se que jamas sera suficiente, y un día bueno me trae dos terribles.
Tal vez jamas fui normal. Tal vez incluso si volviera 7 años en el tiempo y me dijera a mi misma lo jodido que es todo esto no cambiaría nada.
Y aquí estoy 7 años de malas decisiones, 7 estúpidos y largos años en la sombra de lo que jamas llegare a ser, porque solo soy esto, es lo que hay. Una chica con cicatrices y no metafóricas, una estafa de bulimica, la gorda anorexica, eso que no te quieres topar en un espejo.

sábado, 3 de mayo de 2014

No quiero echar raíces en esta tierra.

"Te convertirás en árbol si no te mueves" un día lo escuche, jamas lo olvide. 
Tengo un miedo racional a quedarme atascada en un mismo lugar por mucho tiempo, de ahí el que no conserve amistades, el que cambie mi numero telefónico, el que tiña mi cabello y el que odie la pertenencia. El psicólogo nunca me pudo ayudar, y estoy empezando a creer que el no se había planteado.
Tengo miedo a echar raíces en el lugar equivocado, a quedarme sin agua y no poder moverme cuando yo quiera, tengo miedo a que me trague la tierra y ya nadie recuerde donde me había parado. me aterra pensar que si un día llego a atascarme jamas volveré a subir a un avión, y es que yo amo las alturas sin importar si hay tormenta.
No quiero terminar plantada en esta ciudad que no me ha dejado mas que dolor de cabeza y lagrimas añejas en las mejillas. A lo que en verdad tengo miedo es a no poder desplegar las alas cuando lo necesite, a que haya bastantes cosas sosteniéndome en el suelo.
Le tengo miedo a todo eso que te hace echar raíces, a las sonrisas, a los "Te quiero", a los "Quédate", a las promesa que nunca se cumplen, a la felicidad... Lo se, no tengo sentido...

viernes, 2 de mayo de 2014

Perdí mi corazón en el mar.

Amar demasiado a un chico libre no siempre resulta bien, a veces hay que aceptar que debe volar.
Fue lo peor que pudo hacer...
¡Que chica tan mas estúpida!
¿Pero es que nadie le ha dicho que el mar es impredecible?
...y así era él...

¿Pero cómo no enamorarse de un chico así
si sonreía como lo deberían hacer las olas en verano?
Eso era lo peor... su sonrisa.
Su brillante sonrisa de brisa marina.

¿Quién iba a poder resistirse a esos ojos de océano?
Ni todos los verdes le igualaban,
ni los azules competían
...era mar...

Chicos peligrosos esos que se creen verano
y mas los que lo son realmente.
Te pueden ahogar en una carcajada
o hacerte navegar con una mirada.

Ella sabia que el chico era diferente,
era rebelde y demasiado astuto,
algo peligroso en un chico tan libre,
algo peligroso en el amor.

Dicen que todo lo que entra al mar regresa,
tarde o temprano, pero lo hace.
Pero la marea nunca trajo de vuelta 
el corazón de una chica que un día amó.

jueves, 1 de mayo de 2014

Me gusta pensar que es mejor así

Ni siquiera te dije "Adiós", ni siquiera pude verte por ultima vez a la cara y decirte "Yo también tengo miedo".
No intentaste detenerme, no dijiste ni una sola palabra... eso fue lo que mas dolió.
No había trenes, ni aviones, pero ambos sabíamos que era una despedida definitiva. Querías tomar mi mano y cuando yo lo hice te apartaste, me miraste directo a los ojos y dijiste "la primavera nos ha alcanzado de nuevo" y sabias perfectamente que yo no se de estaciones, que a mi solo me sorprenden los instintos suicidas con el polen, que de todos los meses Mayo es el que peor me sienta, pero a ti te gustaba porque tenias una escusa para acordarte de mi.
Quería romper costumbres, quería acabar con estos encuentros que ni tu, ni yo, sabíamos qué eran. Quería que supieras que yo ya no puedo estar mas cerca del abismo sin sentir vértigo al medir todo el recorrido.
Por fin me di la vuelta, te deje atrás y tu no intentaste detenerme... así lo supe, que era lo mejor. Que era mejor que ya no estuviéramos juntos, que solo sabíamos querernos haciéndonos daño, e irónicamente, sin herirnos.
Por primera vez no mire atrás, tu no lo querías así. O tal vez solo seas un cobarde, como yo lo he sido. Estas cosas pasan, ¿no?

miércoles, 30 de abril de 2014

A 18 años de ser una heroína de otro mundo.

Cuando era niña no quería ser princesa, quería ser heroína y ganar las peores batallas, no había ejercito de ninguna clase que pudiera contra mi. Yo era la única que podía viajar a otros mundos, vivía en otras épocas, era otras personas, conocía todos los secretos del mundo.
Cuando yo era niña no tenia miedo de la oscuridad, no le temía a los fantasmas, es mas, hablaba con ellos de la luna porque ellos no la podían ver. Bailaba canciones que me inventaba, sin ritmo, pero con mucho sentido. Hablaba idiomas desconocidos por todos, veía cosas que los demás no entendían.
Yo era una niña bastante extraña, muy peculiar, muy callada, e irónicamente, parlanchina. En las noches atrapaba polvo de estrellas en mi mano y este no me quemaba, la luna me hablaba en sueños, yo sabia que era una bruja. Cuando era pequeña soñaba con ser grande y vivir en el fondo del mar, hablaba con los animales y de alguna manera yo les entendía, podía ver esas las luces alrededor de las personas.
Ahora no soy pequeña, ni tampoco una niña, pero sigo cantando libertad, sigo buscando un mundo en donde asentarme, aun vuelo en pegasos, cuido de dragones, bailo en círculos con las hadas. Ahora si tengo una estrella completa cerca de mi corazón y he resucitado algunas veces, he luchado batallas aunque odie la guerra, debo confesar que no todas las he ganado, pero incluso cuando perdí, no me perdí a mi, aunque todos, incluida yo, hayan creído eso. Ahora si tengo ritmo en mis canciones, ahora si son castillos los que dibujo y no garabatos. Aun estoy aprendiendo a comunicarme con las personas, a vivir en mi mundo, a gozar mi tiempo y a las personas a mi alrededor, aun estoy aprendiendo a ser yo, a ser una con todas las personas que fui y a vivir en el presente. Y aun me queda mucho por aprender.

domingo, 20 de abril de 2014

No es que te eche de menos, es que echo de mas el espacio que dejas.

Un día podre ver el amanecer desde mi ventana sabiendo que no te veré en las próximas horas y por primera ve no te extrañare, solo seras un bonito recuerdo del chico que secretamente amaba los amaneceres. Pero por ahora seguiré llenándome de cartas sin destino.

Apostaría a que a estas horas estas despierto, que estas observando las primeras luces de la ciudad con ojos de niño al que le han regalado un dulce. Ahora estarás cansado por la larga semana que has pasado, te estarás preguntando si la que viene sera igual, si leerás algo sobre mi en cuanto se encienda el monitor, si me veras.
Podría apostar a que te estas preguntando si aun sigo atrapada en la fonética, si aun me gustan las historias sin finales, si aun le pongo finales a la falta de principios.
Se que aun tienes mi numero guardado, eso no lo tengo que apostar, se que lo piensas dos veces antes de terminar de marcarlo pero acabas por cancelar todas las llamadas. Se que quieres escucharme, escuchar de mi, saber de mi en general. La verdad espero que me extrañes, que no puedas borrar el "te he extrañado" de tu mente y le añadas mi voz en formato "te quiero" en susurro, que pierdas el sueño, irónicamente, soñando con el roce de mis dedos, con la danza de mis labios al pronunciar tu nombre en voz bajita en plan de "estoy bien".
Hemos echo un desastre de esto, lamento que pienses que te he olvidado porque no regrese los mensajes, lamento que pienses que te odio porque no cogí las llamadas... Por lo menos ahora tengo que ser honesta, yo todavía atesoro los primeros rayos del sol porque espero que uno de ellos te traiga conmigo, ya no puedo oler el café a mas de las 9 de la mañana, aun guardo las plumas que encuentro en el jardín y colecciono piedras con figura de sueños, y sobre todo ya me no te puedo decir "Hola" y arriesgarme a otro "Adiós". Espero que te pase lo mismo, espero que no estés tan bien, espero que me extrañes, espero que cuando amanezca ya no te parezca tan bonito el sol, en realidad espero que tu también estés a punto de buscarme, que te subas al auto con ganas de encontrar mi dirección, que prendas el móvil y yo no sea un contacto mas en tu agenda sino una constante tentación inconsciente, espero que me escribas y después no seas capaz de decirme nada. Yo he estado a punto de hacerlo... pero espero que tu si lo hagas.

Esto seguirá pasando

Supongo que estas cosas pasan, que si no fuera así entonces deberíamos empezar a preocuparnos. Un día te das cuenta que has borrado su numero del móvil, que por mas que quieras recordarlo, no te acuerdas ni en que calle doblar para verle.

Supongo que debe ser así, que debo conocer a una persona a la cual no quiera olvidar, y así olvidarle por completo.

No quise empezar a sacar a evidencia las maneras que tenia de mirarnos, de mirarme, como si supiera todos mis secretos... y bueno, la verdad es que era así.

Pero no quise recordarlo, aunque tampoco quería olvidarlo, jamas querría. Pero olvidarle, eso era otro asunto.

Olvidar a veces es empezar a recordar, y recordar a mi siempre me resulta en tocar fondo, y en eso soy muy competitiva.

Y como la vez anterior, y la anterior a esa, y tal vez la próxima a esta, yo toque fondo y me quede ahí fingiendo que sabia como sobrevivir a la falta de oxigeno.

Creí que por primera vez había empezado bien esto de olvidar a alguien que me duele recordar. Me equivoque. Yo nunca he aprendido a olvidar y nunca supe como dejar de recordar. Ese es mi problema, jamas aprender de las heridas.

A unos meses después de un 'Adiós' ausente todavía me encuentro preparando café para dos, dejando enfriar mis palabras en el borde de una taza que ocupa el lugar de unos labios desconocidos.

Y supongo que quise llamarle para contarle tantas cosas que ya no sabia si debía hacerlo. Y solo llore en la ducha contándole a las paredes que ya estaba harta de tanta realidad y tan poca calma.

Quería llamarle y decirle que yo no estoy bien, que nunca lo estuve, que por mas que tropiece yo no se quitar la piedra, que no puedo quitarle.

Supongo que habrá mas días así, en los que le extrañe y no tenga su numero. Quiero suponer también que es lo mejor, que así le recordare menos y no pueda olvidarle mas.

Es irónico que aun exista gente que me exija que siga vistiéndome de sonrisas, cuando yo podría regar la primavera con mis lagrimas, pero supongo que es entendible. A mi sonrisas me quedan, las fabrico en mayoría, pero mis comisuras ya no tienen razones para desafiar la gravedad.

Supongo que estas cosas pasan, ¿No es así?

martes, 8 de abril de 2014

Destrozar flores para encontrarme.

Poseo un odio justificado hacia las rosas, así que si un día se les ocurre darme una, que sea una con espinas por aquello de la belleza interior.
Desde que era una niña creí en los cuentos de hadas, creí en ellos ciegamente y sin un final claro. Creí hasta a buscar uno propio y justo cuando lo toqué con la punta de los dedos y sentí mi piel estremecerse, mi sonrisa vestirse mas bonita y un gato que arañaba por salir ¡Demonios, creí que en cualquier momento iba a empezar a pintar corazones en mis cuadernos! Y entonces elegí por mirarlo todo a la distancia, opte por la seguridad de la orilla mientras mi piel sufría quemaduras de grado soledad por el sol. Pero todo lo que quería era ofrecerme a las olas y que ellas tomaran la primera mordida.
Pensé mas de una vez en los escenarios, cambiaba la trama, el clima, la hora... Siempre era lo mismo al final. Una niña con un montón de preguntas y ninguna parecía tener respuesta. Deshoje la realidad para encontrarme en alguna rama, dentro de alguna semilla que no creció.
Hay demasiadas personas a mi alrededor y a penas puedo recordar sus nombres, apenas puedo recordar el mio sin escuchar otra voz que no me pertenece pronunciándolo de la peor manera.
Una vez creí en los cuentos de hadas, sin finales felices, sin finales, solo esa consiente incertidumbre de saber que en cualquier momento aparecería otro monstruo, de que en cualquier momento el suelo podía venirse abajo, llevarse mi castillo de cristal con el. Y tenía miedo, y sabia que no estaba sola, que todos teníamos miedo, que nos aterraba perder, pero sabíamos cómo ganar. Ahora yo no se cómo ganar, ni tampoco como perder.
Desenterré raíces, las hice polvo. Queme esquejes con ilusiones, ilusión de que tal vez en el humo me encontraba yo. Partí ramos de novia buscando una razón para creer en el amor. Odie las rosas. Odio las rosas, por mentirosas, por dejarse quitar las espinas, por domesticarse.
Rogué por algo diferente y siempre creí que cuando creciera todo iba a ser diferente. Pero esta mierda no es la que esperaba. Solo quiero sentir algo real, aunque sea dolor.
Creo que es hora de deshacerme de la armadura, total ya me he convencido que cargo con la maldición de Aquiles, me lanzaré a la guerra con manos desnudas y solo un punto débil. Es hora de cantar la canción de mi vida mas fuerte que nunca, dejar que el gato se convierta en león y destroce mis entrañas para salir. Quiero algo diferente y lo voy a conseguir aunque tenga que atravesar el inframundo con esta herida en el pecho, ahora no me dejare caer.
Y lo bonito no estaba en encontrarme, nunca lo estuvo. Lo bonito esta en recolectar piezas que después se adhieren a mi corazón, haciéndolo una maquina mas peculiar, un órgano mas vivo, mas salvaje. Destroce flores y me encontré en cada botón escondido en el centro de un bosque, esa pequeña flor que crece en la tierra mas árida, esa que le gusta desafiar la naturaleza.
Y aun creo en los cuentos de hadas, esos sin el "Felices Para Siempre", ya que al "para-siempre" yo le he adjudicado mas significados que la poesia.

miércoles, 2 de abril de 2014

Por lo que un día deje que se llevara el mar.

Le temo mas a la inestable superficie del mar que al oscuro y frío fondo, tal vez es culpa de mi complejo de borde.

Me dijeron que no tuviera miedo,
que respirara.
Jamas me dijeron que era necesario tener miedo,
que era normal,
que me debía preocupar si no lo tenia.
Me hicieron temerle al miedo,
temerle a mi respiración.

Llore,
llore porque era lo único que podía hacer.
Ahogue a mis demonios en agua salada,
me ahogue con ellos.
Olvide que ellos sabían nadar
y yo era la única que nunca aprendió hacerlo
porque odiaba salir a la superficie
y sentir la falta de oxigeno en mis pulmones.

Me aloje en el fondo del mar,
58 segundos que para mi fueron como la mitad de mi vida.
Aprendí a respirar,
mas bien a no hacerlo,
deje mis sueños irse con la corriente,
mi fuego apagarse con el agua,
me ahogue en la tempestad de mi alma
y no intente salvarme.

Diría que lo siento,
que en verdad lo siento,
que siento miedo.
Que me faltan gramos de agallas,
mililitros de oxigeno puro,
1.65 metros de un espejo mas limpio,
un órgano mas resistente en la jaula de mi costilla izquierda.

Todo lo que trato de terminar
siempre termina dejándome huecos llenos de hielo,
me deja los pies atascados en el barro,
me lleva a terminar echando de menos todo lo que un día me eche de mas.

A penas puedo mantenerme en pie
a penas se quien soy.
Deje de esperar una estancia en el hospital
pedí auxilio o muerte asistida
porque yo ya estaba harta
de sobremorir con respiración artificial.

Me estaba (estoy) ahogando
rogué al cielo ayuda y solo el infierno respondió
patalee contra las olas que golpeaban mi pecho
luche por un poco de aire de la superficie.
Y cuando por fin salí
el aire quemo mis pulmones, tal como si fuera ácido.

No se donde estoy,
no se quien soy o lo que se supone que debo ser.
De vez en cuando me gusta ahogarme,
me siento mas segura en el fondo,
cerca de los demonios que ya me son tan familiares.
¿Para que trato de levantarme una vez mas
si se que todo se volverá a venir abajo
(que me vendré abajo en cualquier momento)?

Estoy extrañando demasiado,
me resulta peligroso tener esperanzas vacías,
no puedo permitirme volver a pedir deseos.
No se por qué, pero extraño todo lo que deje atrás.
Aun así no quiero volver a escuchar el sonido de mi corazón quebrándose,
no puedo volver a escuchar como pierdo todo lo que nunca tuve.

sábado, 29 de marzo de 2014

Carta para una persona que no ha aprendido a leerme

Ojala que un día de estos todo te vaya mejor
Creo que seria bueno empezar por decirte que yo ya no te quiero ver me encuentro bien, con un poco de raspones y una herida infectada. Espero realmente que te este yendo bien, quizás no tanto, quiero que me extrañes.
Hubiera sido genial que intentaras hablarme, que me dijeras que yo aun te importaba, que no era tan fácil de reemplazar. Pero que estúpida que he sido, creí que tu de verdad me entendías, ¿es que todavía no aprendo que no sabes querer (ni quererte, ni saberte, ni entenderte)?
Yo sigo sangrando podredumbre por lo poros, aun me llora el mar muerto por las heridas y la sal me escuece los recuerdos que quedan en carne viva. Y no, no te deseo nada malo. Te desearía lo mejor, pero eso ya lo tienes y no sabes valorarlo, ni cuidarlo, tienes tres razones para creer que los aterrizajes forzados no fueron tan terribles, pero a mi no me queda ni una para creer en la primavera (bueno, tal vez solo una). Y estoy aquí de algún modo sin mi, sin estar, rota y confundida, pero estoy, y tu no. Tu nunca estuviste. Y no te deseo lo mejor, ni lo peor porque he pasado por un tramo de ese frío y no se lo deseo a nadie, solo lo que mereces.
Y ahora le digo 'Adiós' a la niña de piel de porcelana y vestidos caros, a la que lloraba y no era porque pedía dulces. Ahora es tiempo de traer de nuevo cielo desde el infierno, de convertir las cenizas en una buena armadura. Y si algún día me vuelves a ver, espero que te asombres, aunque no lo hubieras hecho si me hubieras escuchado realmente, si hubieras aprendido a leerme yo seré el fénix, esta escrito en mis estrellas. Me he arrastrado de los escombros tantas veces que ya hasta la Muerte me coge de la mano y reímos por un rato recordando viejos tiempos.
Y no espero que lo leas, ni que lo entiendas, en todo caso. Pero si espero que si un día te topas con mis ojos un poco mas rojos de lo normal y estos no te miran a ti, por favor, no dejes nota, pasa de mi una vez mas y sigue como si no supieras tu propio apellido.

viernes, 28 de marzo de 2014

Hoy es uno de esos días en los que pago por no sonreír.

Si tengo que vivir mas días así, necesitare una reserva más grande de té y azúcar refinada.

Y si, así hay días. Como hoy, como ayer. Que yo por mas veces que me caiga aun no aprendo a levantarme, ni bien, ni bonito, ni de la manera segura. Yo me levanto dando traspiés y dándome de bruces de nuevo contra el suelo.
Que hay días como hoy en los que quisiera mandar al diablo todo, a todos, o que a mi me manden directo al infierno. Sí, al infierno, porque a mi el cielo nunca me vino bien, nunca me hicieron hueco ahí y mucho menos en un día como hoy, en que soy todo un demonio maldito, pero sin alas.
Y que si, que yo estoy aterrada y tengo frío, y pesadillas, y un insomnio que parece se ha enamorado de mi. Pero aquí estoy, como ayer, y tal vez mañana sea igual que hoy, que el día anterior. O tal vez no, o tal vez no tanto. Tal vez mañana no sea como hoy, o no haya tantos juegos de asar, ni tantos reemplazos definitivos. Tal vez mañana a alguien le importe y venga a reparar las goteras que dejaran las ultimas lluvias de invierno, pero algo me dice que para eso falta mucho.
Yo ya estoy enferma de tanto correr en círculos, de no encontrar un fuego al que arrimarme sin terminar con quemaduras de segundos expuesta; de no poder vomitar sin arrojar mi corazón sin poderme limpiar de todos los sentimientos que se caducaron, que se han intoxicado con tantas mariposas muertas.
En un día como hoy hay demasiadas cosas que no tienen sentido, pero con algo de suerte siempre la locura me salva.

martes, 25 de marzo de 2014

Nunca fue "coincidencias mas como destino".

Es tarde, muy tarde. Y si te molesto entonces tampoco vuelvas a llamarme, ni mandes mensajes diciéndome lo bonito que esta el sol, pero que no tienes con quien compartirlo. Yo tampoco entiendo el porque las estrellas siguen brillando, pero nunca te hablare de eso, ni le rogare un deseo a la mas rota de ellas.
Es tarde, pero tenia que sacarlo en algún momento. Ojala perdones mis prisas y mis malas manías de siempre llegar muy tarde, de no avisar cuando vengo, ni cuando salgo.
Espero que ya sepas que las sombras no me dejan dormir, que llevo demasiado tiempo despierta, que yo no he aprendido nada, que por mas años que cumpla la vida no me paga con sabiduría. No te preocupes, no pretendía molestar con sentimientos caducados. En realidad espero que a ti la casualidad por fin te este haciendo justicia, la verdad es que a mi nunca me responde la llamada.
Se me esta haciendo costumbre esto de empezar un "Adiós" pero nunca se como terminarlo. Ojala yo no tuviera que despedirme, ojala mis padres me hubieran enseñado a hacerlo. Pero, irónicamente, le he dicho "hasta nunca" a tantas cosas que ya debería estar acostumbrada a perder, a ganar el olvido pero sin conseguir nada.
Ojala te hubiera conocido antes, antes de estar tan jodida y de ser tan complicada, tal vez ni siquiera hubiera pensado en alejarte. Ojala te hubiera conocido después, tal vez hubiera encontrado una manera de salvarme y de mantenerme mas estable en el barro.
Ojala los versos tristes no me sentaran tan bien, ojala no te hubiera dicho "...las rocas y las espinas", ojala no se te hubiera hecho costumbre toparte solo con mis ojos y enmascararte de coincidencias que nunca resultaron ser destino.
Ahora solo me quedan un montón de canciones que ya no saben como terminar, que nunca encontraron hueco en mis cuerdas, que por mas que yo las reviente no se corta el pasado que dejaste en ellas. Ojala decir "me rindo" fuera tan fácil, ojala las cosas fueran menos simples, menos absurdas, tal vez si fueran un poco mas complicadas me mantendrían entretenida.
Es tarde, el calendario me lo ha dicho, te diría que tengo una excusa, que tu ya sabes que el tiempo no es algo que se me de bien, ni bonito. Pero no. No pretendo decirte nada, solo que es tarde, muy tarde. Que quiero disfrutar de la primavera, por primera vez; que quiero intentar tomar autobuses sin rumbo y en carreteras muy largas, de noche y sin luces de seguridad; que le quiero perder el miedo a los silencios si son compartidos; que ya no quiero quedarme atascada en marzo, que quiero ser niña en abril y cumplir años, como se debe, como siempre quise, en mayo. Que me dejare caer de la montaña mas alta, para ver si así aprendo a volar de una buena vez y por todas las que me caí; que ya no tengo vértigo, pero me siguen aterrando los fracasos; que a mi las películas de terror nunca me hicieron estremecer, pero cuando esperabas que yo dijera "te quiero" se me iba la voz, y el gato de mis entrañas se convertía tigre salvaje.
Y lamento si es tarde, se que es tarde y no me refiero a la hora. Espero que entiendas que esta vez no es por ti, ni por las cosas que te termine debiendo. Esto es por mi, por los años que me deje en números rojos, por los amaneceres pendientes, por el destino que siempre me negué por miedo a las coincidencias.

sábado, 15 de marzo de 2014

Ojala que sepa convertirse en playa.

Hace tiempo escuche que el tiempo se escapa como la arena entre tus dedos. Me ha resultado tan bonito, pero no quise que tu te acercaras a la playa.
Me engaño repitiéndome que siempre te tendré a mi lado, pero tu te me estas yendo y yo no puedo hacer nada. Me dicen que debería decirte que yo no podré vivir sin ti, pero al menos en esto quiero ser sincera. La verdad es que yo podré vivir sin ti, tal vez incluso será lo mejor, tal vez me tropiece con alguna persona agradable que sepa como robarme las sonrisas como lo hacías tu, tal vez hasta mejor.
Me cruzó por la mente que tal vez encuentre a alguien como tu, pero ahora que lo imagino, yo no quiero a alguien como tu, pues en cualquier otra persona tus costumbres me resultarían imposibles de amar. Ojala yo no encuentre a alguien como tu, ojala no se parezca en nada a ti, que ni siquiera hable nuestro idioma, que no sepa que los atardecer nos resguardaron, que odie las mañanas, que me odie los lunes y me ame el resto de la semana. Ojala que no se vaya, que no pretenda regresar con escusas baratas, que no intente venderme canciones corrientes y fuera de tono. Ojala que no me quiera como lo hiciste tu, que me quiera mejor, no más, pero mas bonito.
Ahora te me escapas como la arena, y  no pretendo encerrarte en mi pecho, te dejo libre porque es lo que siempre me gusto de ti. Yo te amo en libertad, a distancia, o a mi lado, en susurro o a carcajadas. Te amo porque jamas intentaste que lo hiciese, aunque lo querías. Aprendí a desear verte en tu formato, en formato secreto. Aprendí a querer lo que no eramos, me llegue a encariñar de nuestra ausencia.
Amarte me lleva a pensar que mis demonios nunca se fueron del todo, y creo que tu ya lo sabias. Te hiciste amigo de todos mis demonios, les sonreíste, les hiciste mas bonitos. Ojala que nadie mas sepa quererles, ojala que les odien, ojala que esta vez se atrevan a odiarme. Ojala que sus ojos también se vuelvan arena para que se cuelen en mi corazón, para que se queden en mi desierto. Ojala que su piel también se me escape por los dedos, ojala que tal vez desaparezcas con lo que queda del invierno y que esta vez ya no vuelvas.

martes, 11 de marzo de 2014

Ganas

Tenia ganas de que te quedaras, de que esta vez mi rutina rimara contigo. Creo que me faltaron escusas para evitar que te fueras, o me falto valor. Quería que te quedaras a compartir un ultimo atardecer conmigo, que me acompañaras a encontrar mejores caminos en tus labios o galaxias mas bonitas en tus ojos.
Te tuve justo enfrente, como tantas veces, y te deje ir, como tantas veces. No te culpo si a estas alturas me odias, o si intentas no hablarme jamas, yo no me interpondré, te dejare vía libre. Pero siempre me quedare con las ganas de decirte en susurro "yo siempre he tenido miedo, pero si me besas soy valiente", con ganas de tomarte de la mano y ver que encaja perfecta en la mía, de mostrarte mundos que nunca antes habías visto, de contarte historias en las que al final tu aparecías dándoles un nuevo comienzo.
Y te fuiste, te deje marchar, dejándome solo un beso en la mejilla, que no me quitaba el frió ni las ganas de verte ni de escuchar tu voz. Me pediste que cuidara de mi, de nuestras costumbres, de las sonrisas que habías logrado sacarme con tonterías, y te dije que lo haría, pero te seré honesta, no podré.
Prometiste que volverías un día, y tengo ganas de que hoy sea ese día. tengo ganas de que te quedes, de que estas a mi lado, de me escribas, y me leas, de que me mires. Tengo ganas de hablar contigo, de escucharte, de cantar contigo o de compartir silencios que terminen en carcajadas.
No se si esto tenga sentido, solo tengo ganas de tenerte y de que tu me tengas, de dejar de soñarnos, de extrañarnos.

jueves, 6 de marzo de 2014

Jugar a ser princesa

Nunca hable de mi por miedo a empezar a hablar de otras personas, por miedo a que en realidad se dieran cuenta de que soy menos fuerte de lo que aparento.
Me deje de lado tantas veces que me empece a desconocer, empece a inventarme mundos y empece a desarrollar un cierto miedo a que alguien notara que tenia la mirada perdida incluso cuando conversaba.
Me aloje en el invierno mas de lo debido y utilice de armadura los suéteres para defenderme del frió en el que me había convertido, para salvarme de la tormenta que había dentro de mi aunque yo era toda calma.
Creo que nunca pude huir del todo.
Y la tormenta estallo en mis brazos, me destrozo el corazón; no, yo me destroce por pasatiempo, porque era mas fácil sentirme rota a tener que juntar las piezas.
Hice trampas en el rompecabezas de mi vida, me rompí las piernas y después me deje caer y me perdí. Cuando quise encontrarme no me reconocí en el espejo, y este no me trato muy bien.
Jugué a ser fuerte cuando estaba vacía, me creí princesa y solo era un fantasma... y empece a llorar al darme cuenta de mi necesidad de vomitar esperanzas caducadas, de dejarme los sentimientos crecer en los brazos para después cortarlos de raíz y dejarlos escaparse por mis venas y estos solo me dejaban la piel teñida de miedo.
Todos mis monstruos cantaron "perfección", y me visitaban por las noches contando mis errores uno a uno, colocando números en mi ojos, revolviendo mi mente hasta que también olvide olvide como decir "no estoy bien".
Deje que los demonios destruyeran los cuentos de hadas, me ofrecí a los lobos y no grite cuando estos tomaron la primera mordida. Me convertí en dragón he hice de mi corazón la torre, pero nunca hubo princesa. Me deje caer al abismo y después de varias pesadillas yo también me convertí en una, una sola y fría pesadilla.
Y lo que nadie te dice es que no hay cura mágica, que no hay manera de asegurar los deseos. Que cuando te pinchas el dedo o comes de la manzana un beso no te despertara, y ojala fuera cierto, pero las cosas no son así y por desgracia o suerte, o yo qué se, tienes que aprender también a salvarte, y eso es lo que da mas miedo.

martes, 4 de marzo de 2014

Soñar me vendría bien.

Sería bonito soñar que no fui cobarde, que en realidad si te dije "Te Amo" en el momento indicado y que tu te quedabas (o que dada la situación, que yo no huía esta vez).
Resultaría lindo cerrar los ojos y encontrarme resulta en tus brazos, esos a los que ya me aferraba sin decirte nada y que tu me dejabas esperando que algún día yo te dijera "quédate".
Yo te encontraría mirándome y te diría sin una pizca de miedo y sin titubeos "Te Amo", por primera vez y como siempre debí hacerlo.
Sí, claro que seria hermoso soñar que por fin ya no me aparto de tu lado, que por fin soy valiente y te beso en los labios. Que me visto de mis mejores sonrisas y que esta ve son reales. Que ya no ay ansias en mis manos por cubrirme las ganas de tocarte, que ya me dejo perderme en tu cabello y en tu piel, que ya no necesito mapas para encontrarme si tengo tus manos.
Me vendría bien soñarte, aunque solo fuera una vez mas. Te diría todo lo que no te dije, te daría los besos que siempre me ate a las palabras, enredaría todas las cosas bonitas que sentía en tus rizos. Me quedaría. Esta vez me quedaría.
Pero se que cerrar los ojos y ponerme a dormir no bastara para traerte de vuelta, por mas que en sueños me atreva a decirte lo que me callé. Tal ve te vuelva a encontrar en un sueño, pero eso no te hará pensar que yo soy más valiente. Yo soy cobarde y tu lo sabes bien.
Ahora tu me odias, eso me gusta pensar. Es mejor que me odies. Pero se que tu también me sueñas y se que no puedes evitar odiarme por ser cobarde. Se que no puedo pactar tregua conmigo misma, ni contigo, pero quisiera una tregua en esto del amor, porque yo no se nada de ser valiente en declaraciones de guerra cuando involucra el riesgo de perderme en unos ojos bonitos.
Seria bonito soñarte, y quizás también soñarnos. Soñaría que soy valiente, que te digo "Te Amo" como tu siempre lo quisiste escuchar. Pero soñar para ti no basta y para mi tampoco, pero para la primavera me viene bien.

viernes, 21 de febrero de 2014

Bonitos desastres los tuyos.

Me estaba mirando, mucho antes de que yo volteara por primera vez. Le vi leyendo mi libro favorito, eso fue lo que me hizo mirar. El esperaba el mismo tren, pero ambos sabíamos que nunca pasaría, porque aquí a personas como nosotros no se nos pasan esas oportunidades.
Yo sabia que el estaba tan roto como yo, basto con mirar la manera en la que llevaba su abrigo, como armadura. Y por un momento me sentí valiente y pensé que sonreirle no seria mala idea, pero no lo hice.
El se acerco, ni siquiera me dio una sonrisa, el no podía darlas. Pero fue, y aunque su boca no estaba llena de promesas tenia un pequeño "Hola" dibujado.
Compartimos el mismo vagón a casa, ambos con frió y soledad en las manos. No supe que paso después, solo supe que jamas encontraría mi camino de regreso, que me quería quedar ahí aunque fuera en silencio.
Y después de unos meses sin hablar demasiado me sonrió y yo por primera vez en mucho tiempo deje que se me escapara una risa. Le mire con algo de miedo, me temblaron las piernas cuando me beso la mejilla por primera vez, y me entro pánico al encontrarme pactando un "jamas diremos Adiós" porque a el también le daban terror las despedidas.
Cuando compartimos el primer café me sorprendió al ordenar por mi, porque nunca nadie lo había hecho, porque nadie supo que era lo que mas me gusta, y el de alguna manera supo lo que yo quería. Sonreí sin que el lo supiera, sin que nadie lo notara, pero no pude evitar que mis mejillas se enrojecieran por primera vez en mucho tiempo.
La primera vez que acaricio mi cabello lo hizo de una manera tan torpe que todos se podían dar cuenta de que le temblaban las manos y se topo con un par de hojas secas que alguien mas había dejado y las quito sin prisas. Ahora no tuve miedo y le bese en los labios, y el me beso sin titubeos y borro cualquier apellido que antes se hubiera alojado en ellos.
La primera vez que la noche nos encontró juntos hablábamos a 5 centímetros de distancia y apenas con un hilo de voz que suturaba todas las heridas que me guardaba bajo la piel. El solo me tomo de la mano y esperó a que cerrara los ojos y sonreía al escuchar mis incoherencias.
¿Cómo no me iba a enamorar de él si le caía el cabello en el rostro de esa manera tan extraña?
Le conocí todas las cicatrices y las heridas que aun no sanaban, le vi cuando sus ojos se llenaban de lagrimas, le vi romperse y ser el mismo frente a mi, con miedos pero mas valiente que nunca.Y también le vi sonreír y cantar en otros idiomas todas mis canciones favoritas, e inventarse poemas que no rimaban mientras conducía, porque sabia que a mi me gustaban esas cosas, me dejo ver su cuaderno de dibujos y no mentía al decirme que yo era mejor, pero no me importo.
Me dejo leer su colección de libros y me dejo tocar su guitarra, me pidió cantar sus canciones favoritas "solo para recordarlas en mi formato". Y me enamoré de el, de todos sus desastres, de nosotros juntos.
Me enamoré y ese es uno de los mas bonitos desastres que comparto con él.

jueves, 20 de febrero de 2014

Todos tenemos algo que esconder.

"Todos tenemos algo que esconder, un lugar oscuro dentro de nosotros que no queremos que el mundo vea"

Me sentí sola, pero por alguna razón siempre supe que no era la única. Que como todos en esta ciudad, alguna vez les había pasado, yo me desperté con ganas de terminar el día y con un poco de suerte la vida.
Me he levanto calando sonrisas frente al espejo, que llegaron a doler como quemaduras, pero ya me estaba acostumbrando. Todos nos acostumbramos en un momento a vestirnos de orgullo y de hipocresías.
Me creí fuerte y la verdad es que era una cobarde, que me escondí como un ratón detrás de un "estoy perfectamente BIEN". La verdad era que tenia cicatrices que probaban lo contrario.
Me volví loca, o eso creí, pero solo estaba rota. O tal vez si estaba loca, porque yo ya no veía las cosas que los demás veían, me había convertido en parte de un poquísimo porcentaje de población que escuchaba verdades absurdas, que podía desnudar mentiras piadosas entre sus dedos.
Conseguí un diagnostico medico, cómo si eso me fuera salvar la vida, pero parece que ningún problema es real hasta que te consigues una receta.
Me asquee de la realidad en un punto de todo el sinsentido, me volví caos y frío. Frío, eso lo conocía bien.
Encendí velas de noche, leí libros enteros, memorice poemas que ahora solo me dejaron el sentimiento, pero ninguna palabra.
Yo sabia que estaba loca, y sabia que eso era normal, era de esperarse. En esta ciudad los locos somos muchos, se nos puede encontrar bien encerrados o riendo fuertemente en un café.
Todos escondemos algo detrás de las ropas, debajo de las mangas, algunos lo llevan detrás de las sonrisas o de las ojeras.He visto quienes paran en las esquinas de los bulevares comprando amor a muy bajos precios, para ver si con un buen polvo se les despejan los sentimientos y las lagrimas se secan. Unos se cortan el cabello, salvando sus muñecas del papel, pero al final todos estamos en el mismo juego de supervivencia extrema.
Los nervios se me hicieron de hierro y se instalo un hueco en mi estomago, me hubiera gustado fumarme los problemas y pensamientos pesados, pero yo ni siquiera se rimar insomnio con nicotina.
Me he sentado a escuchar como los psicólogos se ganan el pan volviendo mas loco al que inevitablemente duda de su cordura, he aprendido mas de ellos que lo que ellos creen conocer de mi.
No creo que alguien nos pueda venir a salvar de un abismo que se volvió nuestro propio corazón, solo nos queda aprender a suturar las heridas profundas y a tratar con dosis segura de alcohol las superficiales, siempre cuidando de lo demás. Nos queda acostumbrarnos a las prótesis de sentimientos y seguir actuando cordura, por si un día esta se nos da natural. Puede que al final nos acostumbremos al dolor que incluso lleguemos a dormir tranquilos unas cuantas noches.

miércoles, 19 de febrero de 2014

La ciudad se hizo de tu nombre.

Vuélveme a querer como cuando bailábamos sin música, sin tocarnos, sin mirarnos los labios.
He tratado de ponerte otros nombre, pero yo ya no puedo seguir haciendo de mi una madrugada sin café. Ya me desconozco tu nombre de memoria, me lo desconozco tan bien que creí también desconocerte a ti, pero es que cada vez que tu sonrisa me besa a quemarropa no puedo evitar encontrarte en el filo de mi boca.
La ciudad me ha jugado una mala pasada haciéndose de tu nombre, pero ya lo veía venir. ¿Cómo podría no hacerlo?
Tal vez no me entiendas porque a ti no te pasa lo mismo cada vez que caminas por alguna calle que compartimos, pero es que si yo doblo en la misma esquina en la cual tomaste mi mano por primera vez, se me doblan las rodillas.
Se me están durmiendo las velas y la marea se esta levantando, como jamas lo había hecho antes de que le vieras con esos ojos magos. Me estoy hundiendo y no he luchado contra la corriente, todos a mi alrededor siguen respirando, pero tengo miedo a respirar por si te encuentras en el aire.
Me gustaría ser de esas personas que llevan buena amistad con el alcohol, pero a mi ni el ron, ni el tequila me vienen lo bastante cargados. Me acostumbre tanto a verte tomar el whisky a secas que en realidad ya nada me asombra, que ya no tengo adicciones mas grandes que puedan contra mi necesidad de respirar de tu aliento, envenenando mis pulmones con el dióxido que me lanzabas.
Me conozco mejor las lineas de tu mano que las calles de esta ciudad. Me llegue a aprender tu tacto de memoria con las poquísimas veces que me rozabas los hombros con tus dedos, con la piel fría y llena de dudas.
Para mi no salia el sol hasta que tu amanecías, y tu siempre amanecías demasiado tarde, incluso después de despertar con la alarma. ¿Cómo puede ser que tu piel tenga el sabor de agua salada y arena? ¿Cómo puede ser que me haya gustado abrazarte ,con ese olor a tabaco que yo tanto odio? ¿Cómo puedes conservar el sabor de los azares y la luna llena en tu boca con tantos atardeceres?
Desde que llegaste, vi la ciudad con otros ojos, los tuyos. Me enseñaste lugares que yo jamas hubiera descubierto sola. Vestiste la ciudad con otro acento, el tuyo, que jamas me gusto en otros labios.
Vuelve, y dime que esta vez te quedaras, que yo ya no se si podre salir solo para tropezarme con los mismos edificios donde te conocí mas cicatrices.

martes, 18 de febrero de 2014

Yo lo hice a él

El en realidad no escribía tan bien, ni sabia mucho de sentimientos y apenas conocía el dolor de un "Adiós" nocturno. Pero yo ya había hecho un poeta de él y le había adjudicado libros y versos y tardes que el nunca podría describir, porque él no sabia observar.
El nunca aprendió a dibujar, ni siquiera podía dibujar un gato feo, no sabia como utilizar los lápices y no apreciaba la pasión del 'blanco y negro'. Pero yo ya había hecho de él un pintor y dibujante con experiencia, ya le había creado museos enteros y me asombre a mi misma con cada trazo que él no podría hacer.
El era un fanático de los paisajes, pero nunca supo valorarlos sin unos labios que besar, aunque estos no encajaran en su boca. El es mediocre y jamas espero mucho para llamar 'amor' al primer par de piernas bonitas que le sonrieran insinuantes y baratas. Pero yo ya lo había convertido en él mejor fotógrafo de la ciudad aun sabiendo que no tenia idea de las composiciones de recuerdos a los que tenia que recurrir en caso de derrumbe.
El ni siquiera cantaba tan bonito para dejarlo hacerse de mi corazón, ni siquiera era lindo en absoluto, no sabia como hacerme temblar las piernas y titubear los labios lo suficiente para que me atreviera a calarlos con los suyos. Pero, como gilipollas, yo hice de él el mejor cantante y músico que había en mi lista de reproducción, hice de él un adonis de bajo mantenimiento, lo convertí en terremoto aunque ni siquiera eso merecía, e inventé la historia de cómo nuestros labios encajaban perfectos.
Y como todo en el, todo lo bonito que tenia. Era mío.
Yo le di alas cuando él ni siquiera estaba hecho para volar, yo le di voz cuando él no sabia que decir.
El era mi creación, y a la vez mi destrucción. Pues también a él le di mi corazón cuando sabia que el no tendría donde guardarlo.
Creo que al final terminé enamorándome de mi, de mi hermosa idea de él, de mi necesidad por sentir algo que no fuera frío.
Terminé observando como otras caían en la trampa que yo había hecho de él. Terminaron enamorándose de la maravillosa idea del chico poeta sensible, imaginaban ansiosas las tardes con canciones al oído. Y al igual que yo lo hacia, ellas también terminaron esperando tanto que solo podían vivir de inventarlo a él.
El no es mas que un montón de cuentos bonitos, pero él no se sabe de memoria para darle justicia a la historia.
Y otras también lo aprendieron a golpes de invierno. Que él nunca seria mas de lo que es, que él nunca se podría fusionar con las ideas de amor. Que él siempre tiene la boca llena de palabras vacías que escuchó en otro poeta.
Y todas se fueron.
Y yo me quede inventándolo, esta vez con otro nombre y con otros tiempos.
Yo lo hice a él, pero él nunca supo supo hacerme de él, como yo lo hice de mi.

sábado, 15 de febrero de 2014

Confesión de cobardía.

Tal vez es porque yo soy cobarde. Porque yo hice las maletas desde el día que me sonrió, pero me las deje escondidas en un rincón de la habitación para que no las pudiera ver y no se marchara antes.
El día que me dijo que me quería, tome las maletas y sin mirar atrás le dije "Yo ya llego tarde" y salí con rumbo a no se donde. No llegue muy lejos, tropecé con mis lagrimas y el me alcanzo.
Me tomo por los hombros y me dijo que sabia de mis miedos y de mis incertidumbres, y yo no pude decirle algo mas. Y aunque le quería y tal vez haya sido la única vez que he amado, me quede callada.
Abrí los labios y no salio ni un sonido, fue un intento patético por encontrar una escusa para todas mis huidas. Pero esta vez no hubo escusa, no hubo huida, me quede. Me beso por primera vez y supe que había sido una cobarde y que tal vez nunca dejaría de serlo, pero el me hacia sentir valiente.
Aproximadamente en dos veranos supo como descifrar el braile de mis cicatrices y como decodificar cada borde emocional, y a mi eso me dio miedo. Se instalo el pánico en mis piernas y de nuevo salí huyendo de lo único que había amado.
El volvió a por mi, el me busco, el me encontró. Me dijo que me amaba y esta vez me pregunto si yo sentía sentía lo mismo. Me quede callada.
Abrí los labios y como la vez anterior no salio nada. Aun así el tomo mi mano con cierto cuidado, y yo me deje llevar, porque en realidad no quería irme.
Otoño llegó y sorpresivamente con él, llegó mi risa. Fui lo que nunca había encontrado en otras versiones: una chica que caminaba sin ver el suelo y que sonreía de vez en cuando en un abrazo. Y me desconocí, y me sentí a salvo y me sentí bien, por primera vez.
Por primera vez fui lo que siempre debía ser, primavera. Pero es que yo me juego trucos muy crueles, y me encontré sonriendole y me quede a la mitad del "Te Quiero", es una putada que yo sea tan cobarde.
Y entonces mientras dormía, saque de nuevo las maletas. Pero antes de irme, esta vez si mire atrás, y el me miraba. Y supe al instante que ya no seria capaz.
Me miro y no se inmuto en tratar de decir una sola palabra.
Abrí los labios y esta vez si dije algo. "No puedo".
El me tomo de los hombros como la primera vez y me dijo "Te Amo", esta vez sintiéndose mas como una bala que explotaba mi corazón. Y yo le quise decir que yo no era capaz, pero que mi corazón aceleraba, pero que yo tenia miedo.
Me quede.
Y el tomo las maletas y antes de cerrar la puerta me miro y casi con un susurro dijo "Si puedes".
Esta vez tenia lo que merecía, una soledad segura, que seguramente no me iba a decir nada de lo que yo necesitaba, mas me iba  a quitar de vez en cuando las fuerzas y las razones de sonreír.
Supongo que ahora tengo lo que merezco, que por fin encontré el lugar a donde pensaba huir y esta vez nadie vendrá a buscarme.

miércoles, 12 de febrero de 2014

Por Ella

Que bien que ella ya sabia de mi locura, y yo de la suya, pues ya nos habíamos escuchado hablar a solas antes.
Que bien que ella se deje coser la boca con mi hilo de voz, apenas audible para su corazón. Y que mi corazón ya es mas locomotora que órgano.
Que bien que a ella no le importe lo de mis paseos nocturnos por la habitación, o de las veces que salgo a buscar algo de aire, porque yo no me se quedar en un solo lugar ni siquiera cuando duermo.
Que bien que me se cada cicatriz de su cuerpo y que ya le conté las pestañas. Debo admitir que fue muy difícil con esos ojos tan bonitos que tiene.
Que bien que ya no tengo ganas de huir ni de esperar trenes si ella no se sube al mismo vagón conmigo.
Que bien que a ella le guste la poesía, ojala no le importe que haga de ella mi mejor poema, pero que prefiera llamarla Amor.
Que bien que la he encontrado.
Que bien que no deje de buscarla esa tarde.
Que bien que no se conoce mi pasado, ni las veces que he apartado una estancia en el hospital. Ojala tampoco sepa de que le confundí con otros rostros. Espero que nunca sepa quien fui antes de ella.
Que bien que ella vino a reescribir mi historia, con todas esas palabras bonitas y precisas, esas que yo nunca podre encontrar en mi bolígrafo, pero que ella de algún modo se le dan tan fácil.
Que bien que ella, y que yo aprendí a reiniciarme.
Que bien que ella estuvo ahí el día en que volví a nacer, o mas bien el primer día que empezaba mi vida, porque yo no había nacido siquiera antes de conocerla, yo solo era una sobremuriente de accidentes de avión y malas casualidades que se disfrazaron de destino. Pero ella vino a desatar vendas y a corregir relojes, y a la mierda con eso del miedo, que todo esto es por ella.

lunes, 10 de febrero de 2014

Tiempo de cambio

Nunca dejes que te arrebaten quien eres.
Nunca dejes de creer en la magia que viene de ti.
No busques la magia en actuaciones baratas.
La magia esta dentro de ti, eres tu.
Somos los gritos de revolución.
Somos la tormenta y el sol.
Somos lo que intentan ocultarnos.
Nos intentan poner en nuestra contra
llamando pecado nuestra naturaleza,
explotando nuestro cuerpo
¡Como si les perteneciera!
¡Levántate! ¡Grita! ¡Lucha!
¿Es que acaso no ves lo que están haciendo?
¡Están matando nuestra madre frente nuestros ojos
y nos quedamos callados!
Están torturando a nuestros hermanos.
Estas perdiéndote.
Mírate, callado, sumisa.
Te atas las manos a la espalda
y te escudas en un "No Puedo".
Yo ya estoy harta.
ya no puedo mas.
Ya no puedo mas
con esto de ver como mi gente agacha la cabeza
y pide el siguiente golpe.
Yo ya no puedo salir a la calle
y esconder lo que soy
y quedarme callada para posponer mi muerte.
Pues entonces gritare para defender mi vida,
aunque eso signifique la muerte.
Ya no puedo ver como día tras día
estamos perdiéndonos mas,
estamos perdiendo nuestra matria.
Estamos perdiendo las fuerzas.
Estoy harta de que paguen con migajas
y contestemos un "Si, quiero"
porque nos empujan hasta un precipicio.
Yo ya no puedo seguir
donde se sonríe al morir
y se llora al despertar.
Yo soy la espalda cansada de mi gente.
Soy el sudor, y la rabia, y el "Ya no quiero".
Soy el "Yo puedo" y los gritos de los rebeldes.
Soy su mirada cansada, y aterrada,
pero mas que nada,
mas que siempre,
fuerte, inquebrantable.
Yo ya no puedo seguir con esto.
Yo soy la vida de esta tierra,
los rayos del sol.
Yo he sobrevivido a siglos de persecusión
yo he recibido las balas y he gritado libertad
he sido bruja y he sido puta
he sido ramera y monja.
Mi cuerpo ha sido una cárcel,
una tortura interminable,
pero mi alma es fuego
y mi voz es mas poderosa que el viento.

Yo ya no quiero.

martes, 4 de febrero de 2014

Que se joda la poesía

Que se joda la poesía, yo te elijo a ti.
Que se queme la nieve, yo me quedo con tus manos.
Que se acabe la canción mas hermosa, yo me grabe tus acordes.
Que rompan todas las pinturas, tu rostro es mas hermoso.
Que las balas se exploten, yo me quedo con tu sonrisa.
Que el alcohol ya no ahogue las penas, yo quiero tus labios.
Que el aire se quede sin oxigeno, total, yo respiro de tu piel.
Que se terminen los felices para siempre, yo solo quiero media noche.
Que se revienten mis cuerdas, enredare mis dedos en tu cabello.
Que me quede sin notas, yo cantare con tu voz.
Que se vayan al demonio los atardeceres, yo observare tus ojos.
Que se acabe el té de las mañanas, yo despertare en el calor de tu pecho.
Que las luces se apaguen, yo me quedo en tu cama.
Que se joda la poesía, tu te iras algún día.
Que te jodan, yo mejor me quedo con la poesía.

viernes, 31 de enero de 2014

Cosas que nunca supiste.

Creo que ya era hora de sacármelo del pecho,
que después de todo, todo mundo lo sabia,
pero mi mundo jamas se dio cuenta.
Aquí te cuento unas cuantas cosas
que debí contarte cuando estabas aquí
pero que no me atreví,
por aquello de las despedidas.
Tienes que saber
que a mi nunca me importaron los horarios
que los calendarios no estaban en mi vocabulario
pero los días de la semana,
esos si que me tenían bien agarrada,
pero aun así logre zafarme del Domingo,
para estar contigo...
Si supieras que toco mejor la guitarra de lo que aparento,
que lo que pasa es que me ganan las vergüenzas
y las segundas versiones de un encuentro,
tal vez te hubieras puesto a componer conmigo
y no terminaría con una libreta de letras sin melodías.
Si supieras que cuando hablaba de mi pasado
era porque necesitaba que me dijeras que tu serias mi futuro,
y hasta puedo jurar que a veces tu también lo pensaste,
pero me quede perdida en la traducción.
Si supieras que a mi las promesas me asquean,
pero creo que en el fondo lo sabes,
porque nunca me haz prometido nada.
Si supieras que la versión de mi,
antes de conocerte,
siempre fue la peor,
nunca fui yo.
De algún modo me gustaba estar contigo,
me sentía mas mía,
mas fuerte,
mas visible,
mas simpática.
Cuando estaba contigo
me convertía en marea,
me hacia luna,
me pintaba de supernova,
me disfrazaba de poeta,
y me enredaba los atardeceres al cabello.
Llegue a pensar en que perfume usar,
¿Te lo puedes creer?
Llegue a hablar de enamorarse,
de las historias sin finales (que yo antes tanto odiaba)
de los puntos suspensivos después de una despedida
y reviví cada momento de mi infancia
y reescribí cada momento de mi adolescencia,
y así fue como fui la mejor versión.
Y pensaran que esto ya no tiene sentido,
pero para mi siempre sera buen momento,
si se trata de hablarles de ti a las paredes.

jueves, 30 de enero de 2014

El fantasma del espejo.

¿Quién podría no darse cuenta? Y aun así nadie lo nota.
¿Cómo puede existir un infierno tan grande y ser invisible para todos? Pero es que yo tengo este talento de cortarme las venas y seguir sonriendo.
He soltado carcajadas cuando me ha faltado la voz, he corrido cuando no puedo respirar, he escalado una montaña cuando tenía las piernas rotas y un hueco en el pecho.
¿Qué no podré hacer yo, que hecho hasta lo imposible por morir?

Vivir...

No puedo vivir sin este terror constante en la mirada y esta culpa que me hace caer de vez en cuando.
No puedo vivir teniendo que mirarla a los ojos todas las mañanas y tener que decirle con el corazón en la navaja "te he defraudado".
Ella me mira con repulsión. Ella me odia. Me odio.
Si los demás supieran que cada vistazo al espejo es una batalla mas dura por no matarme.
Si ellos vieran lo que yo veo...
Si ellos vieran la chica destrozada que me mira con desdén, la chica con incontables cicatrices en el cuerpo. Si ellos me vieran desde mis ojos se aterrarían.
Desde mis ojos ya no hay una chica, sino lo que queda de ella. Desde donde yo la observo es un monstruo.
La gorda anoréxica, la bulimica asquerosa, la inútil suicida...
Ellos no saben de las veces que me cosí la boca para no probar aquel pastel, de las veces que me pesaba la existencia en la columna y que ni siquiera podía conseguir que mis piernas me sostuvieran sin temblar.
Ellos no saben del ardor en mi garganta, de sangre que advertía que algo definitivamente andaba mal dentro de mi.
Ellos nunca entenderán la razón de mi sonrisa al sentir el frío quemar mi piel y hacerme temblar sin control, jamas sabrán lo que costo dejar atrás las cadenas de ser mujer para convertirme en un monstruo de encías sangrantes y piel translucida.
Ellos que saben de la vida bajo mi piel si jamas vieron la sangre correr por mis brazos, si nunca se imaginaron lo de las cuchillas debajo del colchón.
¿Cómo se atrevieron a decir que era una niña superficial? Que a mi de niña ya no me quedaba nada y de superficial ya ni siquiera me sentaba.
¿Cómo puede ser superficial querer morir, querer destrozarme a toda costa? Que en la muerte no hay esa belleza mundana a la que todos aspiran, si hubiera querido ser bella solo hubiera bastado correr en las mañanas y dejar los dulces. Pero yo ya no quería nada de eso, quería que nadie me mirara y ya ni siquiera me importaba el tono de mis labios, o que mis mejillas estuvieran lo suficientemente rosadas.
¿Quien se iba a fijar en una chica mutilada y de piel pálida y seca? ¿Quien iba a querer a la chica a la que se le caía el cabello, o a la chica que ya no podía correr sin correr el riesgo de caer al suelo?
A mi eso de la belleza ya no me fijaba, y eso de la belleza interior siempre me pareció una basura elitista. Eso de la belleza interior fue dicho por los dichosos elegidos de Afrodita para hacer sentir un poco mejor a los demás en la línea, pero eso no quiere decir que sea cierto.
Me queda de puta madre eso de la belleza interna porque entonces ya se por qué soy como el espejo me muestra, porque soy este monstruo mutilado que se mata de hambre.
Y después vinieron las pastillas que jamas hicieron que los terrores desaparecieran por las noches, no voy a negar que me hacían dormir mas de cuatro horas, pero jamas me salvaron en lo absoluto.
Después de las recetas medicas y las visitas al psiquiatra seguía siendo la misma loca que no podía verse como los demás le veía, la misma chica absurda que no encontraba un sentido en toda esta mierda. Pero ahora era un loca medicada y eso implicaba que tenia que sonreír mas y hablar menos de mis ganas de morir, porque uno de be saber que cuando estas con los psicóticos en la mano y dices que planeas suicidarte te mandan al psiquiátrico y yo ya estaba a dos pasos.
Y tuve que seguir sonriendo hasta que termine vomitando una realidad que no era mía, que nunca lo fue y definitivamente nunca lo seria. Termine hablando con las paredes de la muerte y de mis últimos respiros. Pero yo ya estaba tan jodida como mi propio estomago.
No creo que nadie hubiera sabido de las ganas que yo tenia de saltar de aquel edificio donde veía a mi psicóloga, nunca se hubieran imaginado pues les decía con una sonrisa "estoy bien" mientras me apuñalaba yo misma en la espalda y jugaba a no sentir nada en absoluto, aunque hubo un punto en el que ya no sentí nada.
Y he aprendido a maquillarme los sentimientos por miedo a que me quiten la libertad de estar libre de drogas, aunque esas ya parecen que se crean solas en mi cerebro pues me hacen alucinar de vez en cuando.
Desvió la mirada del espejo, con todos los fantasmas que me gritan para seguir alimentándose de mi, pero yo no volteo ni una sola vez, "mañana tendremos mas tiempo" les digo calando la sonrisa del día de hoy.

miércoles, 29 de enero de 2014

Carta de regreso.

Se que prometí ya no escribirte
pero debo confesarte que cruce los dedos.
Se que es tarde para hablarte
pero cuando quieras puedes cerrar la puerta.
Si aun no la has cerrado
y aun así me das un minuto
o tres, porque no se cuantos me ocupe,
entonces déjame decirte
que no he conseguido el mejor libro
que me parece que si la mejor historia.
Sigo atrapada en Benedetti desde el año pasado
con su segundo inventario
y yo ya llevo el cuarto cuando hablo de ti,
y bueno solo te quería decir que he recordado,
que te he recordado.
Este regreso no era obligatorio
sin embargo
mi abrazo no ha encontrado su brazo,
ni su cuello,
ni el lugar donde terminar,
como siempre,
con un beso en la mejilla.
Pero tampoco mi mejilla ha encontrado beso.
Si te soy sincera nada tiene un lugar
desde que tu te fuiste.
¡Ya! ¡No digas nada!
Esta bien... yo me fui.
Pero tengo una buena razón,
tu te ibas a ir de todos modos,
con todos mis modos,
y manías,
y costumbres raras,
y yo sin ellas
¿que se suponía que iba a hacer?
Ya lo entiendo, es mi culpa
esperaba que me perdonaras.
Pero no vine a pedirte perdón,
y te asombrara mi petición.
He venido a decirte
que ya es hora que te vayas del todo
que te lleves todas tus cosas,
todas tus costumbres
y tus canciones favoritas,
y tus palabras extrañas,
porque ahora me están estorbando.
Tu cafetera no me deja tomar el te de la mañana,
tus cuerdas no me dejan afinar mi corazón,
tus complicación me arrastran los pies,
tu perfume me esta causando alergia,
pero lo que es mas urgente,
lo que quiero que lo saques
y a ver a donde te lo quieren
o donde le hacen un gran espacio
(porque te advierto que no cabe en tu auto)
es esto que me esta rompiendo las costillas
y que me hace puré el pulmón izquierdo
y que me esta dejando sin vacantes en el corazón.
Solo te advierto que le debes cuidar bien,
porque es un poco terco este sentimiento,
tiene una gran demanda de atención.
En verdad me disculpo por dejártelo en el buzón,
no me vengas a preguntar que cómo le he hecho
que yo ya aprendí varios trucos de magia.
Te resumo la historia:
le tuve que convencer con algo de mi sangre
y me vio llorar
y me vio romperme,
le tuve que decir que tu le cuidarías mejor,
y en verdad espero que lo hagas.
Cualquier duda,
no me vengas a preguntar,
que yo no sabría decirte.
Solo dale un té por la tarde
y cobija en el invierno
y no le dejes crecer en la primavera
que ya no sabrás donde ponerle.
Encuentra alguien que te diga que hacer con el,
y pagale con los besos que eran míos por derecho,
dale un abrazo de aquellos que solo se nos daban en las noches
y cántale nuestra canción,
con ella siempre empiezan los bueno días
y con ella también se escriben las mejores historias.
Y aquí esta,
te veré cuando vengas por el resto de las palabras.

martes, 28 de enero de 2014

Debes saber algunas cosas.

Antes de conocerme debes saber algunas cosas:
Nunca aprendí a ser yo cuando tocaba el piano y nunca fui demasiado apasionada, según los maestros. La verdad, es que a mi me aterra dejar ver lo que siento.
No me gusta despertar temprano, pero a veces lo hago y ya no puedo volver a dormir.
Nunca me han gustado las segundas partes y tal vez es por ello lo de escapar antes de terminar.
Los domingos soy un poco mas extraña y nunca salgo por aquello de la presión del lunes, pero contigo haría una excepción al mes.
No me gusta conducir cuando hay alguien mas conmigo que también sabe hacerlo, puede que pienses que soy paranoica pero creo que criticaran mi manía de detenerme en los amarillos por la noche. Pero es que yo hago tiempo para no llegar a casa.
Tengo un par de libros que he intentado leer pero siempre me quedo a medias.
Guardo la carta de un viejo amor en el bolso, por si un día le encuentro y me dan ganas de vomitar las esperanzas caducadas. Se la devolveré.
Siempre he querido tener un gato, pero me he dado cuenta que soy alérgica a ellos. Aun así me detengo de vez en cuando a repartir caricias baratas a gatos callejeros.
Tengo 71 listas de canciones que tal ve nunca descargue, pero las tengo guardadas por si acaso.
Tengo un libro de cocina junto a mis discos, por si un día vivo sola, aunque se que nunca le abriré y terminare tomando algo de la nevera.
Tengo un tatuaje en la nuca que cambia de significado conforme la estación. Y hablando de estaciones nunca supe bien cuando terminaba una y empezaba la otra.
No canto muy bien el rock, pero me gusta hacerlo cuando estoy sola, aunque en realidad soy mas del country y del soul.
Solo he pagado por dos conciertos en mi vida y ha sido la misma banda.
Siempre he querido visitar Thailandia y aprender a tomar fotos de noche.
Debo confesar que para mi ningún dibujo que he hecho ha quedado bien, pero me he rendido en ellos por mi propio bien.
El te chai es mi favorito, pero siempre pediré un te verde, por aquello de la costumbre. Pero si hago una excepción contigo es que estoy disfrutando de tu compañía.
Las películas románticas nunca han sido mi fuerte, hacen que mis mejillas se vuelvan del color de mi cabello y que sienta una extraña presión en el estomago. Y eso me da vértigo.
Lo mas parecido a un diario que he tenido ha sido un poemario.
Nunca nadie me ha preguntado sobre mi día de la semana favorito, pero si tienes suerte te diría que es el Miércoles.
No soy de las personas de café negro por la mañana, yo lo prefiero los jueves por la tarde para sobrevivir al fin de semana.
Me he inventado una que otra alergia para evitar los alimentos que odio.
Los sábados solo tengo una pocas horas de vida, pero eso me basta para sobrellevar la tarde.
Siempre he querido convertir mi cuarto en un estudio, pero para eso me sobran muebles.
Vomitar me da sueño y dolor de cabeza por la mañana, pero es la mejor forma de huirle al insomnio.
Guardo 5 versiones de la misma historia en mis notas y empiezo a creer que debería dejarlas ir.
Tengo una maleta de costumbres autodestructivas, pero nunca aprendí a vivir sin ella. No me culpes, lo he estado intentado.

No creo poder advertirte lo suficiente, pero creo que he hecho bien en decirte que lo pienses dos veces antes de sonreírme, porque yo tengo un corazón que se adhiere fácilmente y que se sincroniza mas rápido de lo que yo quisiera.
Sobre aviso no hay engaño, no se aceptan devoluciones, pues mi corazón ya ha sido timado y saboteado.
Y ya esta, la decisión es tuya.
Pero por cualquier decisión que hayas tomado, yo me atare mi estrella al hombro, esta vez no quiero que me deje solo la noche.

lunes, 27 de enero de 2014

Carencias.

Cuando creí que mi costumbre de buscarme completa había terminado apareció el con un puto motivo para hacerme pensar que la primavera no era mía por nacimiento.
Halló la manera de tentarme a hacer casting en su piel con la única razón de verme envuelta de un pecho mas amplio que el mio.
Yo no sabia su nombre pero el ya se sabia mis debilidades de memoria y conocía mis inquietudes como su película favorita, pero yo no sabia su nombre, eso no olvides.
Me dijo con una media sonrisa tu apellido, que encajaba perfecto con el mio, como si el no supieras que me iba enamorar de el.
Pedí perdón a los cuatro vientos por querer emprender de nuevo mi búsqueda, porque ya sabes que esa clase de cosas siempre terminan por arracancarme alguna pieza necesaria. Pero yo estaba dispuesta a pasar por las carencias, de nuevo, sin protestar.
Mis días se convirtieron en mañanas sin hablarle y tardes de amarle, o de jugar a que me no me gustaba cada estúpido detalle de su andar.
Antes de amanecer me podías encontrar cepillando mi cabello, ¿te lo puedes creer?
Y antes de que yo me diera cuenta me encontré resulta en los brazos de un cuerpo ajeno al mio, me encontré poeta en unos ojos marrones que me hacían temblar.
Antes de lo pude prever fui una naufraga en una boca que no era la mía pero que encaja perfecta en la mía, como el mas secreto rompecabezas, porque así eramos, secreto.
Fui cromática. Fui la virgen y la prostituta, fui el arma y la flor, fui la luna y el sol, el hielo y el fuego, la noche y la mañana. Fui yo, por primera vez, fui yo.
Y fui una gilipollas con la mitad del corazón en guerra y la otra mitad en jardín de amapolas.
Y me enamore del chico sin rosas, aunque tampoco las esperaba, del chico de las palabras extrañas y coincidencias mas como "destino".
Una tarde cualquiera me mire al espejo y por primera vez me gusto lo que vi, y supe que era su obra. Que eso que veía frente a mi era la primavera creciendo en el invierno, y eso fui con el.

jueves, 23 de enero de 2014

Lo que nunca te dije.

A estas horas me llega la honestidad golpeando el costado y creo que debería decirte una cuantas cosas, creo que debes saber de los insomnios y de los planes que nos tenia y que jamas me atreví a proponerte.
Espero que recuerdes cuando no pude soltarte, me temblaban las manos por hacerte sentir todos las oportunidades que había dejado pasar, quería mostrarte todos los sentimientos que escondía bajo la piel.
¿Recuerdas esa noche de Marzo? Bueno... en realidad no tenia frió, solo eran nervios. Esa noche termine desnudando mi vida para ti, te regale mi pasado y me diste una sonrisa que jamas había visto antes y una historia graciosa que ahora provoca una avalancha en mi estomago. No sabes cuantas cosas mas tenia por decirte, pero ya sabes que el tiempo siempre se nos viene encima.
No se si recuerdas la primera vez que nuestras coincidencias decidieron volverse casualidades y después de eso solo buscábamos la manera de tropezar. Debo confesar que estaba mas nerviosa de lo que mis piernas aparentaban y que cuando te volteaste no pude evitar una sonrisa que hizo que mis mejillas dolieran.
Recuerdo que tu cabello me parecía algo tonto y las manías que tenias al hablar siempre me sacaban de quicio y después añadías ese acento extraño al decir ciertas palabras que jamas había escuchado en otras personas y que en ti sonaban tan correctas. Te podría haber dicho que me encantaba cuando me preguntabas el significado de alguna que no habías escuchado antes, pero ya sabes que a mi se me pasan mucho las cosas que te quiero decir porque me distraen esos ojos marrones tan comunes pero que en ti hacen un efecto diferente, como a poesía.
Y después hablamos de lo bonito de los atardeceres y del mar y las estrellas, de la forma en que la luna se volvía tan bella cuando las nubes le perfilaban, hablamos del ruido de un motor que parecía un ronroneo del gato mas feo y de olores que no sabíamos que eran, de los largos paseos por carretera y del viento en las mejillas y de otras cosas tontas que nadie parece prestarles atención. Pero a ti y ami nos gustaban, tanto como tu soñabas fotografiar el brillo de los ojos mas sinceros y yo lo quería dibujar.
El primer día de mi vida siempre fue algo parecido a tu voz, sentí que nací la mañana que tocaste mi cabello y me sentí ciega hasta que vi el lunar de detrás de tu oreja. Sentía que apenas había despertado la primera vez que te escuche tu voz después de dormir la siesta, porque soñando ya estaba mientras te veía dormir.
Sabes, ahora no me importarían unas cuantas pecas en mis mejillas por compartir el sol contigo, no me vendría mal el calor de tu risa en esta tarde de enero, y agradecería mucho tu mano sosteniendo la mía mientras te leo mi poema favorito.
Nunca te dije que pase de quererte a odiarte, de amarte a aborrecer no poder olvidarte, pase por la ansiedad de tenerte justo enfrente y no poder decirte lo que ya tenia en la punta de la lengua a la desesperación de verte otra vez marchándote como siempre.
Y ahora ya esta, ya lo sabes... y no. Lo que no sabes es que las circunstancias no están a mi favor, ni el día, ni el mes y tal vez la vida tampoco. Pero me basta con que lo sepas.

miércoles, 15 de enero de 2014

Ya no se quien soy.

Se que es tarde, pero tu sabes que yo nunca me he sincronizado con los relojes. Espero no molestarte, solo quería despedirme de ti... y de mi.
Te tengo que confesar que desde que tu ya no estabas mi sol se fue con tu voz y me dejo algo que parece que es invierno, pero no me da bastante frió. 
Creo que ya te conoces esta historia, pero nunca pensé que fuera a llegar a ser tan literal el decir que sin ti ya no soy yo, pero es la verdad. Me gustaría decirte que ya no pienso en ti en lo absoluto, pero te mentiría, aunque no seria la primera vez.
Antes de que te marches del todo con mi todo, te debo decir que te llevas mis mejores poemas en tus ojos y mis mas bonitas canciones en tu pelo, que en general te llevas mi vida y toda mi existencia contigo.
Tengo que decirte que si te cancele a dos horas no era porque tuviera otro compromiso mas importante, pues no hay nada mas importante, pero me paralice aterrada al imaginarme frente a ti y no me creí capaz de no decirte cuanto me gustaba la manera en la que hablabas y movías las manos .
Lamento que todos hayan sabido de las cosas bonitas que sentía y de todas las palabras que te quería decir menos tu, no sabes cuanto me hubiera gustado ser mas valiente y dártelos solamente a ti.
Cuida bien de mis manías y de mis costumbres raras por la mañana y no dejes escapar a mis instintos suicidas por la noche que ellos si aprendieron a volver y siempre con cierto nivel de experiencia.
Si crees que es coincidencia empezar a hablar de repente cuando conduces, no lo es, es solo otras de mis costumbres que se van contigo. Pero cuida bien de ella, que te puede dar las mejores ideas que hayas tenido.
A estas alturas ya no se quien soy sin ti, sin todas mis palabras que terminaban por buscarte o sin todas las canciones que de algún modo hallaban la manera de rimar con tu nombre y coincidir con tu sonrisa. Jamas encontrare unos ojos que llenen el vació que han dejado los tuyos o una voz que tenga tanto poder sobre mi piel, ni una risa que haga que la piel de mis brazos se erice, mucho menos un tacto que me provoque escalofríos. Pero nunca pretendí encontrar uno igual, pues si lo hago tal vez termine por ponerle tu apellido y buscarle todo ese desorden de letras que tu me causabas, y eso nadie mas me lo podrá ofrecer y a nadie mas se lo podría dar.
Si algún día vuelvo a crear otra versión de mi sin ti, entonces no te decepciones, pues jamas sera como la que te llevaste. Siempre fui la mejor versión de mi a tu lado...
Terminare por despedirme por ultima vez de ti, ahora definitivamente. Mi ultima recomendación es que nunca dejes que mi corazón se hiele, porque el solo estará latiendo para darte las mas bonitas palabras cuando mas las necesites, solo te pide una canción al día o un "¿cómo estas?" aunque no te interese un poquito la respuesta.
La próxima vez que me veas tal vez seras tu el que tenga que echarme de menos o el que tena que venir a despedirse.

domingo, 12 de enero de 2014

Sin final

No se como empezar a decirte... pero solo queria decir que me gustaria que fueras tu, que despues de todos los tropiezos y las escusas que no llenan, seria muy lindo que fueras tu despues de la tormenta.
Despues de todo, tu eres la persona que me conoce mejor que nadie. Y no sabes cuanto me cuesta aceptar que nadie me entiende como tu. Pero aqui me tienes dejando de lado los puntos y las cosas que jamas dije por dar vuelta en la misma esquina, pero ya no quiero caminar las mismas calles si tu no estas a mi lado o si tu risa no me hace distraerme.
Ahora que te conosco ya no quiero jugar a no pisar las lineas o taparme las ansias de tocar tu cabello, ahora quiero decirte cada secreto y que conoscas cada borde y mania extraña que he atado a mis libros.
Lejos de quererte, te amo. Pero mejor no me preguntes de eso porque yo no sabria decirte de lo que hablo y te empezare a decir que siento cosas bonitas por ti y que tal vez jamas las dejare de sentir, o tal vez si, pero no quiero.
Espero que tu sientas lo mismo, porque de no ser asi, no se que he estado haciendo todo este tiempo escribiendote canciones para algun dia cantarlas cuando llueva afuera y te abraces a mi. Si no sientes lo mismo, entonces dejame con los poemas y tal vez un dia alguien mas venga a reclamarlos, pero no sabes como me hubiera gustado que tu les pusieras tu nombre.
Jamas crei que yo podria llegar a hacer cosas bonitas, pero en realidad lo bonito de todo lo que hago es que es para ti. Tu conoces mi pasado y sabes de mis miedos y esas cosas que no digo o las que digo para protegerme, tu conoces las historias de terror pero tambien conoces los castillos y los bosques donde me he perdido y las alas que he guardado desde los 9 debajo de mi colchon.
Amor nunca habia tenido un significado tan hermoso antes de ti, y jamas me habian importado esas cosas. Crei que el amor era una leyenda cruel que decian para buscar un constante destino cobarde que huia de nosotros al parecer cuando se quedaba.
No tengo que empezar a explicarte porque no creia en el amor, tu ya sabes que toda mi vida la he dedicado a cubrir mi corazon, pero llegaste tu y derribaste las murallas y costruiste un jardin hermoso en su lugar. Si te quedas jamas volvere a necesitar los grandes muros, ni el frio, ni las armaduras pesadas.
Dentro de unos años tambien sabras que mudo de piel en el invierno y que las mañanas siempre son raras en primavera, leeras todas las cartas que nunca mande o escucharas canciones que nunca me atrevi a grabar. Conoceras los gestos extraños que hago al cocinar y si tienes suerte tambien te conozcas de memoria mis estrategias para no dormir. Te dare cada risa que me sale demasiado rara, y te contare de los 2 años que pase en el mismo lugar cuando me habian aconsejado a rendirme y que yo jamas lo hice (que bueno que no).
Resuelve todos los planes que nos tengo en el cajon y todas las tacticas que terminaban en tus labios y conmigo haciendo la mejor melodia. No pretendo que sepas ya el punto donde me debes tocar para deshacerme de mi terquedad, pero no te preocupes que tenemos varias vidas para buscarlo. Dime como debemos volar para que no nos puedan seguir el rastro, porque tengo una isla para ambos en mis cuerdas.
Olvida el calendario y el reloj de tocador, yo me encargo de destruir las alarmas y encontar un sentido a los pasos. Mis mejillas se vuelven del color de mi cabellos cada vez que tus manos juegan en mi cintura o cuando tus ojos aprisionan a mis labios, pero eso lo arreglare cuando los mios encuentren tu poesia favorita, y te juro que se me ha ido la vida en ello.
Te advierto que se me pudo escapar tu nombre, pero jamas se me escapan las ganas de construirnos el mejor atardecer, porque se que te gusta observarlo con ojos melancolicos.
Quiero deshacer tus azares y convertirme en tu mejor casualidad porque tu ya lo eres. Y mejor no te cuento de aquellos que vi en verano, mejor te los muestro, pero te advierto que son mejores en otoño.
Mucho de lo que amo se debe a ti, como aquella cancion, que debo confesarte no la conocia. Ahora seria un buen momento decirte que he dicho uno mas que tres mentiras, que en realidad no soy valiente, que no se mucho de apostar aunque ya haya apostado la vida a esto, que no me gustan las noches cuando estoy en casa sola, pero la peor mentira que te he dicho es que no te amaba.
Espero que para cuando leas esto ya no haya lugar para finales felices, y que sea asi la historia mas bonita, sin finales.