domingo, 29 de diciembre de 2013

Pido perdon.

Me gustaria tanto que esta fuese solo otra vez que escribo sin ningun sentido. No sabes en serio cuanto me gustaria que el mundo no me pesara de esta manera y que no me hiciera sentir tan miserable.
Me gustaria tanto no haberte fallado, me gustaria poder ser quien quieres que sea. Me gustaria poder ser la modelo, la chica sonrisas y abrazos, la chica de las palabras amables, la acomedida, la reina de belleza... pero solo soy yo.
Ahora no se a quien escribo, pero se que queria hacerlo, que lo necesitaba mas que nunca y como siempre. Pero como he dicho esta no es otra vez que me postro frente al teclado para sacar algunas lineas que me queman en la garganta.
Esto que te escribo ahora, me quema desde hace tiempo, mas del que me gustaria admitir y mas del que seria prudente que supieras. Esto que te digo ahora es porque necesitaba que alguien lo supiese, o tal vez porque simplemente ya no importa si alguien lo sabe, porque como la vez anterior y la anterior a aquella, a nadie le importo.
Creo que solo queria pedirte perdon, quien quiera que seas, yo se que te he hecho sufrir de algun modo. Tal vez no me creas, pero solo se amar a las personas causandoles dolor.
Solo queria que alguien supiera que en serio lo intente, juro que lo intente...
En serio queria ser mejor, queria mejorar, queria ser una nueva yo... la vieja yo... pero creo que alguien si murio en ese intento por destruirme. Me hubiera gustado desaparecer por completo...
Lo siento, no pude hacerlo...
Juro que esta vez lo hare bien.
Y sobre eso queria hablarte. Que lo intentare de nuevo y esta vez te prometo no fallar.
Aun no se como, ni cuando, ni donde pasara... pero ahora te juro que no fallare esta vez. Esta vez seran mas pastillas, mas cortes, mas dias sin comer.
Estaba pensando en Mayo, pero seria algo repetitivo, porque la ultima vez fue en abril. Seria un lindo regalo a mis 18.
Solo queria pedir perdon, perdon por crear malos ratos al hablar, perdon por ser estupida, por ser yo. No los culpo si me odian, yo tambien lo hago.
Pero es definitivo, lo hare. Confieso que esperaba que algo me salvase desde la ultima vez, pero nada llego, nadie llego... ahora es muy tarde.
Lo siento, no hay vuelta a atras.
Solo queria pedri perdon por el desastre, perdon a quien me encuentre, perdon a quien tenga que dar la noticia, perdon si alguien llora o se siente mal.
Pido perdon a mi madre, por dejarle sola, pero encontrara a alguien mas.
Pido perdona mi padre, pero se que el no sentira tanto mi ausencia ya que no estamos juntos todo el tiempo, ni vivimos juntos y el tiene otras tres razones para olvidarme.
Pido perdon a mis amigos, si alguna vez los tuve, porque creo que yo no era mejor amiga de nadie, pero a quellos que se llamaban mis amigos y que para mi eran mi primera opcion cuando yo era su 6, a ellos les pido perdon por la noticia.
Pido perdon a todos en general, por las incomodidades y las informalidades que pude haber causado, ya les explicare todo.
Pero jamas termminare de pedir perdon...

sábado, 28 de diciembre de 2013

Ya sabia que hablaba de amor.

Asi tambien te das cuenta de que estas demasiado jodida. Asi como cuando te encuentras quejandote de los golpes al dejarte caer, al dar pasos en falso en terreno inestable y en sentimientos que resultan te hacen sentir bonito.
Me di de bruces contra el espejo al encontrar todo lo que le queria decir en un parrafo de su libro favorito, me deje estrellar contra el piso al arrojar mi corazon para ver si asi entendia que no debia intentar robarle las miradas, porque yo acabaria robandome los suspiros para poder sobrevivir de respiraciones entrecortadas y jadeos.
Pero lo peor fue encontrarme recitando a Benedetti a las 10 de la noche con la incertidumbre y el miedo a que su nombre se me resbalara de los labios sin quererlo.
"...pero ahora vengo un poco de ti..."
Y entonces lo entendi.
Me enamore de el tratando de amar un poco mas lo que yo era, me enamore de las cosas que en mi no veia y que mas añoraba encontrarme. Me enamore de la forma que sonreia al sol y que dejaba que este le bañara.
Me enamore de la manera en la que disfrutaba el verano, pero que amaba el invierno y sentir el frio quemar su piel.
Me enamore de cierta manera porque supo completar mis vacios y llenar mis frases de pasiones distintas al suicidio. Le fui amando porque supo como hacerme voltear y empezar a escribir de vida y otras maneras de amar.
Y entonces cuando empece a decir que cuando te enamoras de una persona y quieres y tienes esas ansias en la piel de pertenecer a alguien mas, es porque en realidad solo quieres pertenecerte un poco mas a ti estando al lado de otra persona. Tal vez amor solo es dejar de estar solo para empezar a compartir tu soledad, pero no se de que estoy hablando.
No se, quizas, solo queria pensar que me conocia un poco mas a mi cuando estaba con el, o que me empece a amar un poco cuando empece a amarle.
Y que amor era que uno viniera a acariciar las cicatrices que otros dejaban y que viniera a curarnos las heridas que nos causabamos al caer, tal vez solo queria creer que tenia sentido sangrar por alguien. Pero a veces el amor puede ser mas y es que yo confundo amor con todo lo demas.
Pero de lo que si estoy segura es de que cuando empece a hablar de el, ya sabia que hablaba de amor.

martes, 24 de diciembre de 2013

Otro dia de navidad... sin ti.

Lo unico que me cruza por la mente eres tu, y estas ganas de tener tu cuerpo cerca para quitarme el frio de encima.
Lo unico que quisiera decir es que te estoy echando de menos mas que nunca, aunque ya te haya visto ayer, pero no sabes cuanto me gustaria verte todos los dias. Pero lo unico que me sale de los labios es "Feliz Navidad", como si hubiera sido genial sin ti, pero quiero decir, mas que otra cosa, que te amo.
Ahora debo empezar a sonreir y a reir con los mismos chistes que ya no entiendo, y fingir que presto atencion cuando me vuelven a contar la misma historia de hace 4 estaciones que tu tampoco estabas aqui.
Salvame de la red en la que me estoy enredando que es tu voz, pero que no esta asegurada cuando no estas tu a mi lado para devolverme el aire.
Sirvo tu recuerdo en la copa y vierto hielos para hacer menos frio mi invierno.
Me lluven los recuerdos a cada latido y cada suspiro lleva impreso tu nombre.
Quien pensaria que una persona como yo podria enamorarse tan facilmente, sin previo aviso ni anuncios de precaucion. Pero asi fue como me enamore... de repente ya estaba ahogada por completo en tu mar y no luche cuando la corriente me arrastraba mas ondo.
Terminare por decirte cuando llames que todo ha esto estupendo y tal vez me treva a decir que me hubiera gustado que estuvieras aqui, pero estoy segura te dire "Cuidate" con las terribles ganas de soltarte un "Te quiero ver". Tal vez al final solo te dire que "Te quiero", asi, a secas. Pero te querre decir de todo.

lunes, 23 de diciembre de 2013

Aqui tambien de morir se vive.

Pude contar con los dedos las veces que tenia que respirar antes de lograr levantarme de la cama, eso era un progreso.
Tenia que recordarme que el fin de semana ya estaba cerca para poder terminar el mes.
Respiraba, por costumbre, por obligacion. Pero vomitaba para morir antes de lo planeado, y disminuir cinco pasos al precipicio.
Y de pronto asi como mis instintos suicidas me arrastraban al borde, asi, me enamore...
Me enamore con ojos cerrados y brazos abiertos. Me enamore y corri hacia el con la espalda destrozada y las piernas rotas, con las esperanzas caducadas y una que otra derrota en el bolsillo.
Pero toda mi destruccion le amaba, y mis ruinas se derrumbarian a cenizas por el.
Y asi descubri que enamorarme tambien lo podia clasificar en mis intentos suicidas. Y los suicidas enamorados somos los peores, porque morimos a cada segundo mientras eso nos da el valor para vivir en cada latido.
Pero como no enamorarme de el, si era toda la vida que me faltaba para la muerte.

jueves, 19 de diciembre de 2013

Asi es como yo termino.

Un dia me encontre hablando de ti cuando la luna me observaba, y me deje la reputacion en un rincon de la manga del saco, y asi la historia se me fue de las manos.
Independientemente de la distancia o de la cercania en la que estabas, yo hablaba de ti y menos de mi en cada oracion.
Cerre los ojos para dejar de encontrarte en cada par de pestañas que se rizaban hacia mi o en ojos castaños que resultaban no ser lo bastente oscuros para ser los tuyos y una boca que me sonreia, pero sabia de sobra que no coincidiria con la tuya.
No sabia de donde aferrar mis ultimas palabras porque siempre terminaban llendo hacia ti y me dejaban sin voz para nadie. Pero al final cuando tu empezaste yo termine contigo.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

La extraña manía de estar sola.

No sabes cuanto extraño escuchar sus paso.
No tienes idea de las veces que he dejado la puerta abierta porque creo que viene detrás de mi.
Lo extraño de todo este asunto es que ya me había acostumbrado a respirar si estaba a su lado.
He perdido a tantas compañías que aun me extraña eso de extrañar a alguien. Debería acostumbrarme a perder y a ser yo la perdida.
Pero, irónicamente, sigo extrañando a todas las personas que he amado y sigo sintiendo la presión en el pecho al escuchar sus nombres y saber que me he quedado sin lado izquierdo.
Aun me pregunto cómo es que sigue latiendo un corazón que ya hasta rompió el récord de romperse 3 veces en 45 segundos.
He sangrado tanto por otras coordenadas que aun me asombro de mi capacidad para leer el mapa.
Pero aunque ya sepa que no debo amar por pasatiempo porque entonces terminaría en el suelo o enredada a bocas que jamas me salvaran, lo sigo haciendo con las mismas ansias de acogerme en el invierno y de dejar de estar sola con la compañía del frío.
Anulo las horas cuando no esta a mi lado porque esas a mi no me interesan y todos los besos, y abrazos y saludos casuales se vuelven nulos al compararlos con los susurros en el oído cuando sus brazos me rodean, cuando su mejilla se vuelve la mía y se enciende con la misma intensidad y definitivamente le digo "Adiós".
Y de mi costumbre a la soledad solo puedo decir que le extraño, porque me sentía tan segura conociendo perfectamente la geografía de mi propio corazón y eso de arrepentirme jamas estuvo en mi vocabulario porque no tenia de que arrepentirme cuando no le conocía.

martes, 17 de diciembre de 2013

La luna me sabe a poco.

Después de tus abrazos el aire húmedo de la playa ya no hace estremecer mi piel y sobra mencionar que tu voz ha tenido mas potencia en mi que cualquier oleaje.
Después de tus labios cualquier rosa es marchita al tacto y me marcho a buscar tus besos en otras bocas, pero me asqueo a las primeras caladas de aire contaminado y recuerdos que me jalan los bolsillos.
He vivido en un silbido desde un eclipse lunar y me he desgastado las emociones de tanto andar en el suelo y de tan poco irte a encontrar.
Me aferre la vida a tus cuerdas vocales para continuar mis 11 vidas restantes a tu lado y ahora el tiempo me quema los caminos porque te me estas escurriendo por mis posibilidades como el verano.
Tengo cristales en el pecho de la ultima explosión y me temo que no podre empezar de nuevo después de tanta destrucción que ha causado tu partida.
Lamento tener que ser yo quien te de la noticia de que he decido cambiar de corazón, pero aún lo puedes tener. Me queda muy poco tiempo para decirte que llevo más de dos inviernos cosiendome las ganas a las alas para no dejarlas caer.
A la mierda la primavera porque esta no trae consigo y mejor que se convierta en verano para que ya no te vayas y te quedes conmigo.
Te dejo la puerta de mi solsticio abierta y la llave de mi rutina bajo tu voz. Quédate con la condición de comernos el amanecer y de gastarnos la luna sin piedad.
Aunque después de que te vayas el sol ya no desatara mi locura y luna como siempre que estés a su lado me sabrá a tan poco que termina siendo un puntito pequeño en el cielo de mis prioridades.

Viernes 13

Lo que pasa tal vez es que he tenido un montón de cosas de las que escapar. Que he escapado de ti por miedo a perderme nuevamente a mi, o por el terror de encontrarme en tus ojos oscuros y que después estos se vayan con un océano de por medio y estas ganas de matar mis ansias en tu piel.
Lo que ha estado pasando es que te he echado de menos y no tengo idea de como hacer para traerte de vuelta entre mis casualidades y distracciones.
Y ha pasado de todo en estos meses. Te intente olvidar, te intente decir que no podía seguir sin ti, intente odiarte y acabe odiándome e intente reemplazarte y acabe por sentir asco y por querer vomitar todas estas palabras y esperanzas que se desesperan.
Y me la pase hablando de la posibilidad de seguir adelante, o de correr del pasado que me viene pisando los talones. Y cuando me preguntaron por mi, les hable de tus ojos marrones, que eran los mas hermosos, y de tu voz que hacia estremecer cada milímetro de mis cuerdas, y la forma en que tus manos tocaban mi hombro despistadamente.
Me di cuenta que lo que pasaba era que no podía ser yo sin ser tuya y de ti sin ser mío. De que ambos nos pertenecíamos, sin ser un 'nosotros' y sin ser nada, en realidad.

La historia de amor más hermosa

Hoy me ha contado la historia de amor mas preciosa que he escuchado, la mas imperfecta, de nuevo.
Esa historia me la se de memoria pero cada vez me sorprende mas y me enamoro mas de ti.
Se que tu no conoces los hechos, ni sabes cuanto tiempo él guardo su foto en la cartera.
Te quiero contar que esta historia no es como las que has escuchado antes, no es Romeo y Julieta, ni esa clásica historia de odio/amor. Esta historia es mejor que esas porque es real.
Ella me ha contado de nuevo de la vez que lo vio por primer vez y de como sus ojos se quedaron tatuados en lo mas profundo de sus sueños.
Él me ha dicho que siempre le escribía cartas cuando estaban lejos y que le miraba cuando ella no se daba cuenta.
Ella ha sonreído al hablar de nuevo de él, pero terminó llorando cuando recordó su partida.
Te advierto que esta historia no tiene un final feliz y que ellos no terminan juntos.
Esta ni siquiera es una historia de amor, pero si de casualidades y causalidades. Es una historia de como el tiempo les ha jugado una mala pasada, y como sus caminos siempre se bifurcaban para llegar a estrellarse.
Él hizo su vida al lado de otra persona y ella resignada continuo el camino que le quedaba.
Ambos estaban tan enamorados que no se dirían nada.
Ahora el tiempo se les ha venido encima y ambos están juntos de nuevo, se lo han dicho por fin y ahora que no tienen prisa no pueden estar juntos.
Me ha dicho por ultimo que no cometa el mismo error y que vale la pena arriesgarse.
Pero lo mas hermoso de una historia de amor, que en este caso no fue de todo lo demás, es que es real y que aun no hay un final.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Direcciones y corazones.

El día que te hayas ido mi corazón empezara a convertirse en brújula, apuntara al norte de tus sueños, al destino de mis letras y a una estrella que guía mi cordura.
Cuando te hayas ido mi corazón se ira contigo y con el la sangre en mis venas y el pulso bajo mi piel y los latidos que marcan mi ritmo.
Cuando ya no estés, ya no estaré yo. Ya no habrá viento y no soplara el verano mis deseos.
Cuando ya no sea yo misma, el invierno tampoco seras tu, y el invierno era mi estación favorita cuando estabas en mi horario porque no tenia nada de frío y nada de solo, y no era nada del invierno, era mas bien como primavera, pero ahora hasta esta me va a pesar si tu no estas.
Cuando tu te hayas ido no sabre que hacer con las estaciones, o con los meses, y no quiero contar los meses ni saber que día es si no paso contigo.
Me pesaran las horas y los minutos se tornaran en años y los segundos solo vendrán congelados a quedarse en mi calma sísmica.
Cuando tu ya no estés no quiero que nadie me venga a hablar del destino o de las casualidades o incasualidades del corazón y del fenómeno del amor no correspondido o correspondido con silencios.
Cuando ya no sienta mas tu presencia seré la tumba de un sentido sin dirección, o de un montón de sinsentidos que ya no encuentran tu dirección.
Cuando ya no estés, yo seré. Y dejare de ser todo lo que tu lograste que hiciera, pero seré.

lunes, 9 de diciembre de 2013

Tu eres la revolución.

A mi me dueles, me duele el mundo. Me dueles, me puedes.
Me duele al igual que a ti al ver nuestro hogar siendo ultrajado por un ser tan egolatra, y egoísta, y cruel.
Se me estruja el corazón al ver como matan a nuestros hermanos y se escudan en sus necesidades que me resulta tan repugnante y vació.
Si tan solo ellos vieran tus ojos como yo lo hago, si tan solo supieran que tu corazón es mas grande que el de cualquier otro ser vivo.
Me da tanta lastima que ellos no conozcan el amor, me dan lastima esos seres despreciables que solo vienen a destruir y a jalarse el cuello del traje y sentirse tan superiores a todos.
Es tan triste que ellos jamas van a conocer el amor desinteresado, la paz, y la belleza de este mundo. Ellos se creen que en realidad este mundo es de ellos, pero no conocen el placer que es pertenecer a un hogar.
Ellos jamas sabrán el fuego que se desata dentro de ti cuando te has librado de las cadenas humanas, jamas conocerán la verdadera revolución al alzarte entre la multitud y gritar tu verdad, sin penas, ni prejuicios, sin crueldades y con la vida vibrando en tu pecho, y los fuegos pirotécnicos que se alzan en el cielo cuando ves sus ojos mirándote y agradeciendo cada segundo de su existencia.
Y no lo hago por ellos, lo hago por ti, porque eres mi revolución. Porque yo soy la revolución de mi madre.
Soy los rayos del sol y las raíces de mis hermanos. Soy los gritos de terror y la sangre derramada, soy el hambre, las lagrimas que surcan sus rostros detrás de las jaulas.
Yo soy la revolución, mi cuerpo, mi boca, mis manos, mis piernas...

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Olvidame.

Olvídate de mi, si es que puedes.
Si es que puedes olvídate de mis rutinas y deja de contar los primeros pasos que doy que ya no son hacia ti.
Haz, si es necesario, trampas cada vez que escuches mi nombre y sin mirar atrás finge que el aire ya no te lleva restos de mi primavera y yo haré lo mismo en el invierno, resguardandome del próximo mes en el que, quizás, e irremediablemente te extrañaré más.
Te prometo que si me olvidas ya no habrá más tormentas y aproximadamente te cuento nueve vidas en la almohada.
Si me olvidas la tranquilidad tocara de nuevo a tu puerta y tal vez la felicidad se mude de nuevo a tu piso.
Olvídate de mi y no pienses mas en estos altibajos de emociones, que ellos ya son tan míos como lo eras tu.
Lleva en el bolso unas cuantas gotas del verano y una brisa enfrascada llena de ti, y esas me las quedaré. Pero tu deshazte de la ultima canción que compuse sin guitarra en tu jardín y de ese poema que quedo atrapado en el marco de la entrada.
Te deje preparados tantos planes que solo tu los puedes descifrar y me deje por accidente los rayos del sol de un Viernes y un pequeño barco de papel que atesoraba enredado en el cabello.
Se que cada vez que te ves a ti mismo encuentras un pequeño rastro de mi, lo se porque es lo que me pasa a mi. O tal vez no sepas de que te hablo en absoluto y eso, amor, seria perfecto para ambos.
No sabes cuantos libros he leído para no pensarte mas, pero ellos me han dicho que cada palabra me va a recordar a ti y que acabaré por escribirte o por llenarme del vació por no tenerte.
He dejado de encontrarme a mi sin ti, ya no encuentro mis palabras sin que sean tuyas... y he dejado de pertenecerme porque solo contigo sabia que yo era más mía.
Necesito empezar a sudar recuerdos que solo llegan a congelarme y que por alguna razón me hacen sentir que la próxima vez que vaya a por la caída libre estrellaré mi corazón contra tu pecho destruyéndonos a ambos y, cariño, yo nunca te quise hacer daño.
Creo que si te preguntas que qué sentido llegan a tener estas palabras yo te diría que solo he venido a disculparme, pero ya sabes que yo no puedo llegar a sentir como se debe. Me cargo esta costumbre en la punta de los dedos de quemar las emociones y de hacer el suelo inestable por necesidad a no sentir vértigo, porque me he acostumbrado a caer, y no quiero que caigas conmigo.
De alguna manera tu me salvaste, pero tengo estas costumbres suicidas y estas mañas autodestructivas que tanto me llegan a dar aliento como llegan a desangrarme.
Pero olvídate de mi, olvida mi nombre y borra mi numero y tira mi dirección por la ventana.
Y si un día te acuerdas de mi, piensa que después de soltarnos tu podrás seguir volando.
No importa cómo, y no importa que me odies, y si es posible, ódiame.
Solo olvidame.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Mi pequeña costumbre del "para siempre"

He notado que no puedo permitirme caer un poco mas y convertirme más en abismo.
Te he querido decir desde hace tiempo que te he echado de menos y he echado de mas tu ausencia y el frío me pesa demasiado y escuece las heridas que no han sanado completamente y hace que ardan todas las cicatrices que se elevan rojizas por encima de mis cuerdas.
Caminar ahora solo se ha vuelto necesidad y respirar me gustaría que no fuera por inercia.
Quizá solo te quería decir que seria una buena idea que volvieras.
El amanecer empieza a amenazar y se que ya no te veré en una pocas horas.
De repente, así como cambian las estaciones, me di cuenta que el amor infinito también acaba y que nos pasamos la vida buscando un final feliz y no nos damos cuenta que los finales nos rodean y los principios ruegan por que los veamos y los cojamos con la misma esperanza que cogemos un avión con destino a otros brazos.
Pero también me quema la piel aquella teoría en la que todos recaemos, caemos y nos levantamos. Un día me prometí frente al espejo y con lagrimas en los ojos que jamas dejaría que el amor me tomara y retorciera mis entrañas y me hiciera querer correr fuera de mi (hacia ti), y un Miércoles, así como el enfermo recae o como el alcohólico vuelve a coger la botella, yo me encontré hablando de miedos y de sueños. Encontré mis ojos llorosos en los tuyos mientras te decía que todo estaba demasiado jodido y que yo ya no sabia a donde correr, y la noche nos callo y nos regalo la ciudad entera envuelta en luces y silencio.
Te confieso que no quiero saber de ti, no quiero ver tu figura por la acera caminando con una nueva primavera a tu lado izquierdo. No quiero ver tus ojos y encontrar que hay alguien mas en ellos. Pero sobre todo eso, y aun así sobre la necesidad que tengo de encontrarte y de encontrarme a mi contigo, sobre todas las ganas que tengo de que estés conmigo... solo quiero que seas feliz y encuentres un mejor "para siempre" porque yo nunca he sido un "para siempre".
Mi costumbre del "para siempre" siempre se vio afectada por mi inestabilidad emocional, pero en mis letras siempre encontraras un "para siempre" que tenga tu nombre, solo eso te puedo dar, porque no te querré toda la vida, ni tu vida , ni la mía.
No te amaré el tiempo que tu necesites, tal vez ni siquiera el que yo necesite, pero siempre estarás en mi.
No te puedo amar de la manera en que debería, porque te amo desde lejos y tan cerca como mis palabras me lo permitan.
Un día podré despertar y tal vez ya no te escriba o te escriba para decirte que fuiste lo mas bonito que hice, o que lo bonito que tenia lo que hacia era que era para ti.
No me pidas que te deje de amar o que te ame, solo te amo.
Y por ultimo te regalo amor en tiempo presente, ahora, no mañana, ni te puedo decir hasta cuando, pero lo sabrás.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Un pequeño trozo de mi.

De escribir se muere y también de no hacerlo. Es un suicidio tan hermoso que nos hemos acostumbrado a etiquetar de poesía, y tan silencioso que solo nos grita por las noches sobre el papel.
Empiezo a abrirme las heridas cada vez que cojo el lápiz y cuando el carboncillo no puede escribir la intensidad de lo que siento me intercambio la tinta por sangre.
Me hubiera gustado ser de las personas que no tienen nada que decir, pero yo tengo tanto en la punta de la lengua que me asusta no llegar a respirar por tantas palabras que arremolino en mi pecho. Aun así puedes escuchar que me muero de asfixia con las palabras que he ahogado.
Y escribiendo descubrí que resultaba mucho mas difícil retirarse del campo sin darse guerra que seguir abriéndose las heridas constantemente. Y mis heridas ya se han acostumbrado a mudarse, y a asentarse más grandes, y a hacerme perder la cuenta.
Me empiezo a sentir como una pequeña coordenada sin dirección y no pude nunca ubicarme en ningún mapa, y jamas he terminado de empezar a sentirme así.
Me encerré a mi misma entre dos paréntesis mentales. Uno ligeramente apunta hacia mi nuca, donde espera a renacer; el otro sigue buscando hacia donde direccionar su pertenencia, y a apuntado ya a varias bocas y también a unas cuantas melodías, pero es tan inestable que solo dedica unas palabras y se muda de nuevo.
Escribir me empieza a resultar una practica un tanto egoísta, porque cuando escribimos no siempre escribimos nombres, aunque sabemos que estos deberían pertenecer a personas, o incluso a pensamientos. He escrito para mi, para no perder la cordura, para no buscar una cuerda o un puente o cruzar sin mirar dos veces.
Escribo porque de alguna manera me hace respirar con más facilidad, aunque irónicamente me robe los suspiros.
Tal vez solo escribo para traer de vuelta a unas cuantas coordenadas que ubique en mi mapa, o que en realidad las dibuje, porque estas personas jamas se quedaron y no quisiera que volvieran. Sigo abriéndome las heridas, y sangrando, y sonriendo... y escribiendo para tocarlas por un momento, porque no quiero que vuelvan si no vuelven para quedarse. Escribo porque jamas volvería a su lado y jamas volvería a vivir su perdida.
Y así es como cada vez que escribo pierdo un pequeño trozo de mi, pero se que esta mejor donde lo he dejado.

martes, 26 de noviembre de 2013

Si tu piensas en mi.

Tengo esta fastidiosa costumbre de empezar a aferrarme cada vez mas a algo que esta en constate movimiento, algo tan peculiar y peligroso que solo le puedo llamar amor.
No se a donde agarrarme para no salir volando de nuevo y estrellar mi corazón contra uno de tus muros o contra mis ruinas.
Es patético que tenga que empezar otra canción por decirte que te he echado de menos y lo cierto es que me he echado mas a mi de menos, porque ya no se como empezar a escribir para mi, sin que termines apareciendo.
Me pregunto 9 veces al día si tu piensas en mi, tan solo una vez.
Si tu piensas en mi y notas que dentro de ti que se remueve algo que no conoces o que incluso no quisieras sentir, me gustaría que me llamaras algún día.
Si tu piensas en mi y aun escuece el recuerdo de mis manos en el mas mínimo rincón de tu lado izquierdo, entonces escríbeme y dime que no encuentras la forma de sanar la herida y tal vez podremos ayudarnos, porque aun me quemas, y dueles, y llueves...
Tal vez te acuerdes de mi, y tal vez ya no recuerdes mi rostro, ni mi forma de reír, o las veces que balbuceaba mejores letras. Tal vez solo sentirás un frió extraño en la palma de tu mano, o un silencio que esta lleno de vacíos.
Quiero que sepas que a mi no me ha salido bien nada de esto. En realidad, a mi nada me sale a la primera, sobre todo dejar a un lado tu recuerdo y con suerte deshacerme de el.
Si no ha dejado de doler, solo quiero que sepas que podemos encontrar una forma de hacer que cese, o que por lo menos deje de arder por las noches. Encontraremos la forma de convertirnos en un constante dolor sordo que puede hacernos llorar hasta dormir.
Tu me conoces bien y sabrás que no me he podido dejar atrás todo esto que me revuelve las ganas de abrazarte como aquella noche y es que yo tengo este complejo de acumuladora cuando se trata de los últimos dos años.
Creo que solo quería saber si tu piensas en mi también.

lunes, 25 de noviembre de 2013

Caída obligatoria.

Terminó hablando de los ojalá, de los quizás, incluso de los tal vez que escribía para ver si te encontraba.
Y llegó a hablar de las casualidades, de las posibilidades, de la incapacidad de tenerte a mi lado.
Y ahora me la juego todo, porque esto que escribo me esta matando. Y deberías saber que ya agote mis oportunidades de renacer, y reencarnar ahora no me suena bien.
La suerte fue muy caprichosa y se pavoneo al ponerte en mi camino y después alearse contigo dejando detrás solo la falta de oxigeno y de algo que ya no recuerdo el nombre.
Lo que yo quiero es volver a dibujar tus silencios en la palma de mi mano, pero me quede sin lado izquierdo y el camino en mi palma derecha solo ha escrito que no estas.
He echo las maletas mas de 22 veces y cogí una buena ración de valor del cajón, pero creo que se ha mezclado con los recuerdos. Y así, amor, no se puede vivir.
A estos abismos seria bonito empezar a creer en los deseos, y tal vez podría desearte, pero eso ya lo hago. Lo que en verdad quiero decir es que los deseos no me sientan bien a estas horas, porque me he dado cuenta que mi habitación parece mas grande, pero solo es que estoy más sola.
Empiezo a terminar dándome cuenta que cada vez que te decía que te quería era porque en realidad te quería pedir auxilio, y quería que me salvases, e irónicamente, yo también te quería salvar.
Contamos los pasos antes de caer al precipicio, o antes de coger el metro por enésima vez en este año. Tanteamos a ciegas la caída y tiramos piedras pensando que conoceremos de esa manera un poquito mas nuestro ultimo golpe, y corremos con los ojos vendados hacia el abismo y durante la caída libre tratamos de envolvernos en la bandera de una boca que ya no nos habla más.
Nos vestimos de caos y nos lavamos con lagrimas añejas la cara dejando surcos de lo que pudo ser un buen poema. Y al recordar la caída libre, vemos que no tuvo nada de libertad, que ya estábamos escritos para dar el siguiente paso e inminentemente teníamos que sangrar por la persona equivocada, porque solo así podíamos empezar a calar besos de madrugadas en otra bocas, aunque estas no tuvieran sentido.
Así que no me vengan a hablar de las imposibilidades de sobrevivir a una caída de 365 metros, que yo les diría que llevo un par años cayendo hacia ti, y que lo mas peligroso no es que me estalle el corazón contra el suelo. Lo más peligroso es volver a dejarme caer por simple hecho de toparme contigo.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Gises de colores

Escuche durante la mañana a un joven poeta decir que el amor no era rutina y después se dispuso a seguir coloreando una pintura sin sentido, algo tan colorido y abstracto que me asqueaba y me hacia sonreír como tu lo hacías. Pero esto no tiene sentido, porque en realidad solo quería hablar de ti.
Te confieso que siempre tengo esta costumbre de hallar la forma de rimar mi día contigo y toda mi existencia en general, en particular, contigo.
Quisiera contarte que hoy cogí de nuevo mi libreta de dibujo, y no sabes hace cuanto que no la tocaba.
Tal vez no recuerdes mi caja de gises, colores, acuarelas, y demás cosas que no siempre utilizaba.
Trate de dibujarte, pero termine perdiéndome en los colores que te rodean. Ese aire bohemio tuyo, que parecía tan amarillo y verde y algo como el atardecer.
Y después de un tiempo mis grafito me gritaron por ser utilizados, y aunque no tenían color me contaron de cuando dibujaron tus ojos y que ese café era su favorito, al igual que el castaño de tus rizos. Entonces me di cuenta de cuanto necesitaba con urgencia la cafeína que estos me proporcionaban para poder sobrevivir a las madrugadas frías del invierno de esta ciudad, porque las sabanas tampoco me apoyan en nada si no esta el rojo de tus mejillas y tus nudillos, o el rosado de tus labios.
Y entonces las hojas empezaron a hablar de la capacidad para enamorarnos con esa facilidad que escuece por las mañanas cuando no tenemos a quien aferrarnos la vida y los primeros minutos de esta.
Y yo termine hablando de la rutina de escribirte, y ya esta. Solíamos decir que siempre hemos querido a alguien a nuestro lado, y tal vez esto se traduzca por pertenecer a alguien, pero yo... yo quería sentirme mas mía, mas propia, mas encontrada... pero a tu lado, y así poder pertenecernos.
Ahora no se porque quería escribirte, pero de algún modo tenia que hacerlo y espero que como todo lo que hago no tenga mucho sentido, que si lo llega a tener entonces deberé detenerme por que como dijo un joven poeta "el amor no es rutina".

viernes, 22 de noviembre de 2013

(Inserta aquí la hora)

Tal vez te haz preguntado como a estas alturas me sigo acordando de ti. Aprendí que la distancia solo aumenta las ganas de echarte de menos, de escribirte y de escribirme contigo (de casualidad).
Debo decirte que todos los intentos ya me vienen quedando grandes y que con esa historia de que me invente la ultima versión de ti, debo decirte que he mentido.
Creo que solo quería decirte que no sabes cuánto duele cuando estas lloviendo y no tienes donde llover, o sobre quien morir, a mi me hubiera gustado ir a morir a tu lado.
He leído y hasta escuchado un montón de versos suicidas donde el que tiene la carita de tonto siempre va a encontrar su muerte en la pupila de quien ama, y yo me había encontrado en la tuya.
Podría empezarte hablar de reflejos, si eso te hiciera quedarte un poquito más, pero me he prometido no hacerte perder el tiempo. Y hablando del tiempo, yo no lo he perdido, te lo he dado. Considera que tienes el doble de tiempo si sumas el mío, y el doble de sueños si cambias mi insomnio.
No se que día sea, o si aun hay luz fuera de mi ventana, pero no me importa.
No importa a que hora te lleguen mis palabras, porque a estas no les he puesto fecha de caducidad, así que las puedes encontrar el día que sea, y sabrás que siguen sangrando en mi, y que la tinta aun sigue fresca en mis parpados y mis labios siguen mordiendo la pluma.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Declaraciones y puntos finales.

He aprendido que por mas que toque mi guitarra, esta no te traerá de vuelta a mi.
He tenido que hacer una lista de cosas por hacer para no buscarte, para no inventarte...
Me obligue a mi misma de algún modo a sacarte de mi mente y, bueno, también se fue una parte de mi contigo, pero eso ya lo veía venir.
He tenido que deshacerme de esta costumbre de olvidar los puntos al decir que te fuiste, y aumento dos puntos para que regreses por lo menos con mis letras.
Gramaticalmente siempre encuentro una manera de hacerte volver.
Te he apartado dos paréntesis para que te quedes a vivir para siempre en todos mis párrafos, o en el titulo de mi próximo libro.
Y mi ultima declaración, ha sido la primera: Que te amo.
Ya los poetas han traspasado la barrera de lo imposible y contigo los vencí a todos, y tu sonrisa esta muy por encima de ellos.
Me he roto la cabeza tratando de averiguar que significaba esa palabra. 6 letras, 2 consonantes y 4 vocales que vienen a destruir cualquier definición de amor, o que vienen a complementarla.
Y yo definía "Poesía" con tu nombre, con las veces que te parabas a admirar el paisaje y sonreías. Declaraba que poesía solo podía ser ese rincón donde tus pensamientos rebasaban los limites del clima, donde me hacías nevar o donde podías convertirme en el verano.
Y tan mal que me sienta Noviembre y tu llegaste a hacerme una declaración de guerra. Pero, amor, declarale guerra a mis manos, a mis labios, a mi invierno... y yo le declaro guerra a las casualidades que te alejaron de mi, y amor sin sentido al día que empece a recordarte.
O declara amor al día que te fuiste y guerra fría al día que nuestras miradas se cruzaron.
Ya no importa quien haya quedado en pie, que las posibilidades no han estado jamas de mi lado, y yo apostaría a por ti en todo caso.
Dejemos entonces que el tiempo nos escriba y la historia nos olvide, y terminemos nuetras declaraciones con puntos finales.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

El chico que asesino al Amor.

Tomó las hojas secas que caían en su ventana,
cogió la cuerda que guardaba debajo de la cama,
contó 16 pasos hasta la puerta de entrada,
o de salida, ya no importaba...
Escucha 5 canciones, 2 palabras.
Se deja caer a la sombra de un árbol.
El atardecer lo observa,
su perfil se puede dibujar,
tan perfecto, tan enigmático.
Deja escapar un suspiro,
deja escapar un latido,
¿qué daño hará ahora?
Estalla en sus oídos la palabra amor
y casi le parece divertido.
Suena divertidísimo,
tomando en cuenta cuántos poemas carga
cuántas prosas lleva en el bolsillo trasero,
cuántas canciones arrastra de la clavícula
y cuántas casualidades le hubiera gustado quitarse de la nuca.
Y ahora quisiera decir...
quisiera gritar, si fuera posible,
que jamas dejó de amarla...
pero ahora aquí se encuentra,
en el lugar donde vienen a morir los enamorados,
donde la luna viene a escuchar sus historias
y estos se las ofrecen como pago, a cambio de olvido.
Ella ha aparecido de nuevo
y lo mira, como ha mirado ya a varios antes que a él,
y aun no se acostumbra a quebrarse el corazón...
El chico empieza a recitar algunas ultimas lineas,
pero esta vez sus letras sangran.
Amarra con la cuerda un paquete
y lo lanza tan lejos y con tal fuerza,
que creyó que iba a perder el brazo
(y eso tampoco le hubiese importado).
Ha dejado una hoja en blanco en su bolsillo,
para escribir el nombre...
Pero no hay nada que escribir.
Ha gastado toda su tinta en palabras
para una persona que ni siquiera sabe como describir,
pero que se sabe de memoria.
Ha calculado que 65 caracteres no son suficientes para dedicar su vida.
Pero igual seria que fueran 5, o que fueran 9,
si el destino eran sus ojos.
Y suelta una risa de loco
al descubrir que no sabe cuantas palabras necesitará.
Que vino por desamor y se dio cuenta que ni siquiera sabe a quien culpar.
Que si tendría que poner un nombre tendría que ser el suyo, el tuyo, el mío.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Algo que parece vida.

Nos pasamos un poco el tiempo caminando sin saber el rumbo, un poquito quejándonos y pateando piedras por el camino. Vamos evitando avalanchas y gritando para ser encontrados.
Un día te das cuenta que estás cansado y que te han salido ampollas en las plantas de los pies y cuando giras ves que no te has movido y sigues corriendo de tu muerte inminente (o corriendo hacia ella).
Sigues temiendo a los finales y te sigues preguntando si hallarás uno feliz.
Sigues poniéndote de rodillas y esperando y desesperándote cada vez más con cada latido.
Sigues teniendo fe en algo que jamás has conocido, en algo que ya te han programado para no cuestionar al respecto. Preguntas un poco cada mañana y te lanzan al precipicio cada vez que te acercas al borde.
Te encuentras tan vació frente al espejo que te da vértigo el reflejo que te regala, alejas la mirada y te arrastras a tu rutina, y te asqueas con el simple sonido que provoca tu nombre en otros labios.
Te conoces la ciudad de memoria que ya hasta caminas ciego, mientras maquillas tu repulsión con una sonrisa, que es más parecido a una mueca de dolor.
Te has acostumbrado a no cuestionar esto que al menos te dicen que llames "vida", pero para ti seria lo mismo llamarle "muerte". Te estás empezando a convencer que a estas alturas son lo mismo, y no hay diferencia entre entrar y salir, entre día y noche.
Enciendes un cigarrillo y a las primeras caladas te atraganta la realidad, y es lo más cerca que te has sentido de estar vivo. Sientes como tus pulmones se llenan de humo amargo y contaminación que viene remplazando al oxígeno desde hace unos años. Y hasta parece que sonríes al pensar que tal vez éste es tú boleto de salida.
Nunca nadie te entendería si muestras la envidia que sientes al escuchar de nuevo la cuenta de aquellos que se han marchado. O tal vez sí, y eso te aterra. Te aterra pensar que no eres el único que ha perdido la cuenta de las respiraciones, o el único que cree que su corazón se ha convertido más en máquina que en órgano.
Repasas el inventario y haces listas para no perder el control de ésto que ya no sabes cómo llamarle.
Escuchas personas gritando por libertad y tú sabes que lo que más deseaste fue pertenecer a alguien, con alguien.
Te empiezas a preguntar si alguna ves tuvieron sentido los relojes, los números, los autobuses. Empiezas incluso a perder el sentido, a convertirte en precipicio, a precipitarte.
Empiezo a creer que eres como yo si después de tantas palabras te preguntaste si te conocía.
Ahora te das cuenta que habemos un montón de personas que se cuestionan si esta mierda es la que todos ven.
Te preguntas cómo puede ser posible seguir sonriendo y desangrando por dentro, pero nosotros somos la prueba de que incluso puedes ser consumido por fuego y seguir inventando carcajadas.
Has notado que el tiempo parece detenerse ocasionalmente en la noche cuando los insomnios te dejan huellas a su paso, y te gustaría escapar, no importa a dónde.
Temes que tu vida se resuma a caminar hasta que se haga de noche y despertar y levantarse a penas de la misma cama como cada puta mañana dejándote las ganas debajo del colchón.
Y nosotros somos lo locos, la escoria de la sociedad que nos mira y qué saben ellos de las ganas que me entran de vomitar todos estos planes y deseos caducados que me escuecen la garganta y no me dejan pronunciar ningún nombre.
¿Qué han de saber ellos de lo que te costará levantarte mañana y repetirte las mismas preguntas en el metro, y sonreírle a la misma gente y pagar de nuevo por un cigarrillo que no está cumpliendo su función?
Y lo que más te preocupa es que mañana será como hoy, y tal vez, con suerte, un poco peor.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

La culpa es de Shakespeare.

Ya me veía venir un sentimiento que no podía vivir,
pero aquí la droga siempre has sido tú, sólo tú...
Me consumes como el fuego a esta vela,
como una vara de incienso a la madrugada,
o un cigarrillo entre tus dedos...
Me llueve Noviembre sobre los instintos,
sobre los deseos suicidas y las cartas sin destino.
El silencio me separa más que la distancia,
más que los kilómetros, o los recuerdos.
Nunca he admitido que me mordía los labios,
me ataba la lengua y las ansias
por preguntar sobre ti.
Espero que estés bien,
la verdad, espero que no lo estés tanto,
espero que me extrañes,
que tus mejillas me echen de menos,
que las primeras horas de la mañana
te hagan extrañar mis ´Buenos Días'.
No me he atrevido a ver tu fotografía,
la he escondido de nuevo en el fondo de mi mente,
pero no sirve de nada,
pues ya llevo tu nombre escrito en los labios.
Arañé mi corazón en un intento destructivo de encontrarte,
de encontrar la mitad que creo se fue contigo...
Salté al precipicio sin preguntar,
dejé que me dispararas
y sonreí cuando la bala atravesó mi pecho.
Te deje tirar abajo mis muros,
pero los has destrozado....
me has destrozado.
Tengo tu acento guardado debajo de la lengua
por si un día despierto con tu voz en la pluma,
por si un día te trae a mi el viento.
Le he propuesto a mi diario a empezar a ser sincero
y maldigo sobre todo a Shakespeare
que es el primero es ser deshonesto en cuestiones de amor...
Y ahora que hablo de amor
de ese de la vida real,
de ese que no es fantástico, sino doloroso,
de el que no se escribe en las historias nocturnas,
de ese que le falta a las revistas,
ahora te digo que yo te amaba...
No, no era un enamoramiento,
no te quería,
no me gustabas...
Yo te amaba (te amo).
Pero la poesía me hizo recordarte de vez en cuando,
me trajo poemas de esos en los que callabas,
me trajo tu paso vagabundo y tu mirada...
Benedetti va a terminar teniendo razón
al hablar de tu rebeldía.
Tienes esa sobredosis de luz
en la que me gustaría resucitar.
Amor mío, mi amor,
de esa manera te amo.
No lo digo yo, lo dicen mis pasos,
lo dicen mis manos, mi boca,
la almohada y hasta la estación.


martes, 12 de noviembre de 2013

Manual del suicida.

Te envuelves con el frió y oscuro manto de la noche,
llegas a creer que no hay salida del túnel.
Cuentas lentamente hasta perder la respiración,
cuentas, y buscas en el cajón tus últimas letras.

Aprietas entre tus dedos el papel gastado,
lo has escrito varias veces y ahora te lo conoces bien,
lo aprendiste, lo has leído tantas veces
y cuando lo leíste por última vez ya no dolía.

Cuentas por última vez todas las píldoras
y ahora no tiene sentido ningún numero.
No tendrá sentido todas las palabras anteriores
ya no tendrán sentido tus versos.

Has planeado bien este momento
y ahora no sabes que hacer.
No sabes cómo deberías empezar,
no sabes si quieres pensar algo más.

Me habías dicho que todos escogíamos cómo morir,
te he dicho que yo quería morir por ti.
Me dijiste que el amor era la peor opción,
pero valía la pena si era a tu lado.

Algunos se pierden en alcohol,
otros tantos fuman y se drogan,
he visto incluso quienes se arrojan desnudos al fuego,
y estamos las personas como yo, que aman...

He robado tus poemas y los tatué en mi piel
he creído que así no te irás del todo
y que quedará en un costado, cerca de mi corazón,
todo lo que fue importante para ti.

Imagina, por favor, un mundo sin ti.
Imagíname escoltando tu cuerpo.
Siente como mis pasos pesan más.
Siénteme a cada golpe de latido.

Te has ahogado con un suspiro que huele a mi,
has tropezado accidentalmente con mi carta.
Una lágrima resbala por tu mejilla
y en tu mano estrujas una cuchilla.

Siempre he sido la "H" que no quiso ser muda,
y tú eres quien le da potencia a mis letras.
He respetado tu espacio, pero te estás acercando,
te estás acercando a mi caja de Pandora.

Me odiarás después de que te diga...
de que te diga que no podré vivir sin ti.
Espero me perdones por saturarte,
pero tenia miedo de perderte.

El calor invade tu antebrazo,
y con él llega aquel color...
Tú vida se desliza hasta el suelo
y te llevas la mía en las plantas de tus pies.

Cada trago que tomas, me lleva consigo.
Te llevas todo de mi mientras te vas.
Antes sonreías y ahora no veo tus ojos
¿Dónde te has perdido?

No quiero un mundo donde tú no estés,
no quiero el sol sin tú sombra a mi lado.
Le he mentido a mis dedos
les he dicho que tú estás aquí.

He conseguido anestesia para mis ansias,
y el pánico atraviesa mis venas.
Estás en cada borde de impulsividad,
y también en cada día que no viviré.

He cogido el teléfono y espero contestes,
espero que aún no sea tarde,
espero que yo aún esté en tu mente...
Por última vez...

Has escuchado el timbre,
te has detenido,
y sólo te queda una opción...
¿Capaz o incapaz?

Última versión de ti (ojalá).

Te iba conjugar en presente, pero no fui capaz de inventarme tus manos tocando mi guitarra y me dio miedo perderte al desconcentrarme.
He escuchado que te ha ido bien estos últimos meses, me he preguntado si hay alguien en tu mente o si las tardes las pasas escribiendo para alguien más (pero no fui capaz).
No he escuchado tu voz desde hace tiempo y me cuesta decir que aún la recuerdo, tan clara, tan cautelosa...
Dime qué va a ser de lo que construí para ti. ¿Qué va a ser de mi pluma que no deja de escribirte para encontrarte?, ¿Qué va a ser de las tardes sin horario en la que me hacías desaparecer de la ciudad y me mostrabas una nueva cara del sol?
He tratado de borrar tus labios de mi mejilla y de soltarme tus dedos del cabello, incluso he perdido los recuerdos que traen consigo, pero vuelven cada en cuando a por un poema sangrante.
He dibujado la que creo será la última versión de ti en mi diario y la he puesto debajo de mi almohada para que te quedes por si un día te olvido.
¿Qué va a ser de mi si nunca me enseñaste a seguir con el calendario después de que me hiciste costumbre a olvidarme de él cuando estaba a tu lado?
No hay farola que se encienda por la calle y que me muestre tus ojos de nuevo, y cuando el sol cae sobre mi mano derecha no me cuenta de ti.
Le he prometido a mis ojos no volverlos a torturar acordándome de ti y hemos hecho un pacto por escribirte por última vez, aunque no me creo capaz de cumplirlo.
Nunca fui capaz de alejarme de ti, nunca fui capaz de decirte lo que significabas para mi, ni que me mordía los labios para no decirte que te necesitaba.
He creído inocentemente que si te hubiera dicho que te amaba tú te quedarías, o por lo menos te hubiera dicho que te quedaras.
Ahora me rindo frente al presente y ésta es la última versión que hago de ti, y espero tener la fuerza para abstenerme de escribirte o buscarte entre mi cabello o pintarte en algún rincón de mi existencia.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Cosas que no tienen mucho sentido.

Me andaba jalando las ganas por la mañana para seguir caminando, me he tenido que recordar que tenia que llegar a casa para no dejarme caer en el césped.
Recorrí las calles con apenas una pequeña idea en los labios, quería encontrarte aunque sea en mis pestañas, pero de ti ya no queda ni un pequeño roce de tu cabello, incluso ya queda poco de mi.
Te buscaba porque estaba planeando decirte que me devolvieras la mitad que te llevaste, esa que me vacía y que me llenaba de ti, irónicamente.
Me he topado con personas vespertinas, de esas que yo no soporto, de esas que evito porque yo soy de esas que pierden media vida hasta el café oxidado de las tres de la tarde.
Me encontré respondiendo "Buenos Días" a extraños que jamás volveré a ver, pero de buenos no tienen nada estos días porque ya no estás y ya no estoy.
Inhalé el humo que despedía pesadamente un chico que pasaba por la acera y me detuve al pensar que eras tú, aunque ya sabía que tú no eras. Debía estar segura que el olor del tabaco no me confundiese rostros extraños con el tuyo.
He visto niños balanceándose en el columpio, y me he dado cuenta que le ha faltado aceite para no chillar al tiempo como yo le chillo al pasado para que vuelva.
Me abrí el corazón en plena lluvia, pero sólo caía sobre mi y nadie más le veía.
Me abrí las venas por tercera vez porque creí que así regresarías, pero ni siquiera regresé yo, sólo se me ha escapado el oxígeno que ya me faltaba.
Me han preguntado que si me encuentro bien, imagino que tendré una cara de loca o que me vieron tambalearme sobre tu recuerdo. A penas le he mirado y le he dicho con una sonrisa que me dolió que me encontraba mejor que nunca ahora que me había perdido a mi también, pero creo que no me ha entendido así que sigo caminando hacia el final del día que está tan lejos como tú.

sábado, 9 de noviembre de 2013

Vuelve pronto... por favor.

Parece ya un milenio desde que te fuiste y no ha pasado ni más de cuatro meses que a mi me han parecido tres años sin contar las noches.
Te he echado más de menos y te he estado extrañando (no puedo creérmelo). Recuerdo cuando estábamos sin un 'nosotros' pero al menos eramos un 'juntos'.
Me daría tanto gusto verte aparecer de nuevo por aquí. Me vendría muy bien, ya que mis flores se están secando con el otoño y las hojas de mi árbol están empezando a cubrir mis energías, pero no mis lágrimas.
Me cargo a diario unas ganas de verte que me están quemando la piel y los sentidos.
Vuelve antes de que mis brazos empiecen a lucharme y a renunciar a mi.
Vuelve y tal vez te puedas traer contigo una estrella fugaz, a la que ya le he pedido que te regrese.
No le digas a nadie a dónde vas, y no me digas a mi que vienes, que podría salir corriendo por este tremendo miedo de soltarme en ti y estas ganas de consumir Noviembre en tu pecho.
Solo vuelve y no te vayas nunca más (jamás... jamás).
Si no tienes tiempo lo entenderé y espero que entiendas que no puedo leer más mensajes tuyos (así que no mandes). No me puedo permitir saber de ti si sé que no te podré mantener cerca mio.
Si decides que no te importo, lo entenderé (yo también me he dado por vencida conmigo), pero no me pidas que entienda que debo olvidarte, porque espero que entiendas que no podré.
Les he hablado a mis insomnios del cielo de tus manos y me he dibujado en el costado la primavera de tu boca, incluso pinté una gardenia de los poemas que te he inventado.
Por favor, no me odies por amarte, porque te juro que me gustaría tanto odiarte (pero no he podido). Pero vuelve, aunque sea para matarme (por favor, hazlo). Vuelve pronto... por favor.

jueves, 7 de noviembre de 2013

3:12

Al final termine escuchando esa canción...
Terminaste apareciendo desde el primer acorde.
Te confieso que no la veía venir y me vino... te viniste a quedar a vivir en la punta de mis dedos y también en el único rizo de mi cabello.
Ya me he recordado que no debo dejar que nadie me vea escuchando de nuevo esa canción y que tampoco me debo dejar disfrutarla porque corro el riesgo de encontrarme en ti (aunque sin ti).
Son 3 minutos y 12 segundos que me parecen una eternidad y un tremendo infierno porque no estás.
No puedo deshacerme de la melodía que ya hasta mis manos la tocan sin pedirme antes y sin previo aviso mis labios empiezan a seguirlas y que decir que me quema la punta de la lengua porque no puedo permitirme llamarte.
Tú la letra la conoces bien (la conocemos bien) y esa sonrisa estúpida que me cargaba.
Dejaré de escribirte entre paréntesis, pero no puedo.
Que ahora acaba la canción y sólo te puedo decir que debo detenerla la próxima vez desde el principio antes de que se me ocurra pensarte, porque siempre te termino escribiendo.
Me he preguntado si a estas alturas piensas en mi y me encuentro a mi misma dándome de golpes en la cabeza para sacar esa idea de mi mente, porque en realidad no quiero saber la respuesta (si ésta es no).
Creo que sólo quería que supieras que cada vez que no te llamo estuve a punto de hacerlo, y que estoy haciendo un esfuerzo titanico para no coger el teléfono (aunque para ti yo sólo sea un contacto más en tu agenda) y me muerdo las uñas para no escribir tu nombre.

Hoy me vino recordar(te)

Hoy me apeteció recordar el atardecer, pero no cualquiera. Recordé ese día de primavera mientras nos dirigíamos al final del día.
Hoy me vino recordar las melodías que me inventaba y juro que pude escuchar de nuevo ciertos acordes.
No diré que día era porque de casualidad era mi día favorito (y era mejor porque estabas ahí).
El tiempo era perfecto y no tenía frío por primera vez.
Ya que hablamos del tiempo, dime cuándo te volveré a ver... o al menos cuándo dejaré de encontrar tu nombre en las vibraciones de mis cuerdas.
Hoy es de esos medios días (mañanas, tardes y noches) en los que me acuerdo de los deseos que le he encargado a todas las flores y de los laureles que pensé en regalarte (y que no me atreví).
No te diré que lamento no haberte dicho que te amaba (porque aún tengo miedo), no te diré que es cierto que sigo dibujando tu rostro en mis notas.
No te diré que he encontrado a alguien como tú, aunque sea cierto que he tratado de enamorarme (yo, que a mi no se me dan esas cosas).
La verdad es que hoy escribo porque hoy me vino recordarte, y quizás hasta recordarnos.

Canciones que no debí componerte

Me han venido a recordar las letras que te he dedicado, y debo decirte que me las he guardado en el bolsillo y que me cargo en las mejillas las melodías que no debí escribirte.
No he venido ha decirte lo hermoso que estás, ni siquiera trataré de besarte o abrazarte.
No te vengo a decir que mi guitarra me ha preguntado por ti y tan cruel que es conmigo que te empezó a tocar de nuevo.
Tengo una lista canciones que no debo cantar y sabrás que tienen tu nombre, pero jamás las escucharás.
Jamás debí escribirte una canción, pues te has vuelto adicción de mis notas y ellas te están echando de menos pero les he prohibido hablar de ti.
Tengo una canción enredada en el cabello que me pregunta cuál es tu lado de la cama, pero no sé responderle. Otra se aloja sigilosamente entre el meñique y el corazón y cuenta que te haz llevado el verano en tu piel.
He atrapado a la mayoría y las he escondido debajo del colchón y creo que se han estado colando por la almohada y que intentan salir por mi insomnio de otoño.
Son las canciones que no debí componer y que me estoy cargando de las pestañas porque ya me han gastado el corazón y los labios.


lunes, 4 de noviembre de 2013

La lista de cosas que no te dije.

Cuando abordé el avión sin destino a tus labios me di cuenta que fue el peor error que había cometido. Me di cuenta por un instante que no quería empezar de nuevo y el tiempo que me sobró me pasé renegando de mi elección.
Creí que estando lejos de ti te olvidaría, pero sólo te empecé a recordar más y me he dado cuenta que no tengo ni un puto motivo que sea suficiente para amarte como te amo.
Me he ido maldiciendo el suelo que piso sin ti porque tus huellas no me guían más y no quiero estar en un lugar donde me falte tu risa.
Ahora enumero las veces que te pude decir que te amaba o las veces en las que te pude robar un beso y me detuve porque me aterra congelarme y acobardarme a unos pocos centímetros de tu boca.
Me he dibujado ya tus rizos en la costilla izquierda y ésta traspasó mi piel y puede que haya perforado mi pulmón porque me quedé sin aire cuando tú desapareciste.
Espero que no me culpes por escribirte esta carta que jamás te llegara (o tal vez, sí).
Le he contado ya a nuestros amigos que me ha ido de puta madre y que me estoy dando la buena vida ahora que me he marchado, espero que entiendas que no he tenido los cojones para decirte que me he estado estrangulando entre las sábanas por agotar las ganas que tengo de abrazarte y de tener todos tus amaneceres.

No te diste cuenta.

Se me escapó decirte que te soñé y te dije en apenas un susurro que no podía dejar de esperar el momento para verte.
Se me escapó decirte que yo no quería una cena contigo, que me bastaba el café amargo por la mañana.
Se me escapó decirte que contigo las tardes eran más placenteras y que me comías las ansias que nacían en mis dedos.
Se me escapó decirte que cada vez que me mirabas se componían melodías en mi guitarra y se tocaban cada vez que me tocabas.
Se me escapó decirte que te necesitaba en un abrazo que apenas fue un abrazo y en un beso que jamás llegó.
Se me escapó decirte que te quería en una conversación a mitad de la madrugada...
Apuesto a que no te diste cuenta que se me llenaban las ganas de tenerte junto a mi cada mañana y acabar contigo cada tarde, y agotarte. Agotarme...
Se me pasó decirte, además, que te amaba. Pero ya te lo había dicho con cada mirada, pero no te habrás dado cuenta.
No te diste cuenta que mis manos te buscaban y temblaban por encontrar tu tacto y que mi sonrisa temblaba porque tu nombre aún seguía en mis labios.
No te diste cuenta que te amaba a ti cuando me preguntaste que si me he enamorado.
No te has dado cuenta que dejo los planes para ir a tu encuentro y que rompo mi estructurada rutina por tan sólo decirte "Hola".
No te diste cuenta que los insomnios que me cargaba olían a ti y que todas las canciones tenían tu rostro impreso en cada coro y en cada verso.
No te diste cuenta que memoricé cada rincón de tus palabras y que me tatué tu voz en la clavícula izquierda.
Se me escapó decirte que quería ca(n)sarme contigo, pero apostaría a que no te diste cuenta de todos los antecedentes y no te diste cuenta que cada vez que pasabas me obligaba a pasar de ti para no correr a tu nuca y perderme en tus casualidades.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Carta a mi hermano

Hace tiempo que ya no estás conmigo, no sabes cuánto te he necesitado últimamente, sobre todo hoy.
Te he tratado de contar que me ha ido estupendo, pero sabes que mentiría porque ya me conoces bien.
Te he abrazado por las noches y me despierto buscándote cada mañana, buscando tu sonrisa que me iluminaría el día y caigo en cuenta que ni siquiera sé cómo sonríes.
Me pregunto a diario si me mirarías de una manera tierna o si me gastarías bromas pesadas frente a mis amigas (aunque no las tenga).
Imagino que si estuvieras aquí todo seria tan diferente y estarías conmigo...
Te escribo porque es tu cumpleaños y tal vez ni lo sepas, cumplirías 16 años exactamente hoy, pero ahora el tiempo no es algo que te afecte.
Espero que no te importe que aún guarde tu frazada, aunque tenga la mía, siempre he preferido la tuya.
Si estuvieras aquí te contaría que todo este puto tiempo ha sido un desastre y que todo ha estado demasiado jodido desde la última vez que paré en urgencias por un fracaso suicida.
Te contaría de todas las veces que mi madre ha buscando un pretexto para hacernos escapar y todas las veces que he querido huir de esta ciudad tan asfixiante.
Te contaría las veces que mi padre no ha llamado y me he inventado excusas para no culpar su descuido.
Pero sobre todo te abrazaría y revolvería tu cabello si es que eso te molestaría y te diría que te amo.

miércoles, 30 de octubre de 2013

Llueves

Llueve y todo lo que puedo encontrar son gotas con tu nombre contra mi parabrisas, recordándome cómo podría estar junto a ti y fundirme de nuevo en tu clavícula izquierda.
Llueve y las luces del tráfico no distraen mi pensamiento, que sólo me traen recuerdos de la última noche que nos desnudamos con la brisa de la primavera a las sombras de la luna.
Paro en el rojo y me vibra en los oídos una canción sobre la ausencia de tus latidos, pero sigue lloviendo y la ciudad no se detiene, pero este corazón parece que ya no encuentra otra razón para seguir sin ti. Lo peor, quizás, es que no sabe cómo detenerse.
Llueve y ahora sé que no es agua, eres tú.
Llueves sobre mi piel que ya estaba por caerse y te alojas en mis dedos que sangran cada vez que te escribo.
Aferro mis manos al volante y doy vuelta en la misma calle, sólo unas cuadras más y estaría en tu casa, pero logro dar vuelta antes de caer en ti de nuevo.
¿Cómo detener la lluvia que se ha mudado a mis ojos?
Salgo del auto sin pensármelo dos veces y la lluvia me abraza y me convierte en agua.
Llueve tanto dentro como afuera, como en mis letras, como en mis teclas... y parece que el sol se ha mudado a otro continente y que prefiere estar muy lejos de mi, además.
Ahora no siento la lluvia, no te siento y sigues lloviendo.
Me gustan esas personas que no se cubren de la lluvia y sonríen con la cabeza en alto como si el agua fuera a llevarse su propia soledad... tú eras así...
Confieso que me he intentado parecer a ti, pero tú eres tan tú... tan tuyo, y yo tan tuya.
Pero llueves, llueves sobre la humedad de mi vacío y borras el sol con el recuerdo de tu llovizna.
Llueves, pero no me puedo mojar de ti...

No te enamores...

Es imposible no enamorarse de ella.
Ella ríe como el mar, tan incontrolablemente placentera, tan extraña y tan cálida como una noche de invierno frente al ordenador.
Recoge sus cabellos con cierto desdén cuando se levanta, porque a ella le gusta andar de bohemia y se lleva también unas cuantos suspiros entre sus rizos.
Pero eso no es lo mejor de ella...
Lo mejor no lo puedes ver porque es tan especial, tan único que sólo lo puedes apreciar cuando ella toca el piano.
Cuando la veo escribir me hipnotiza y se que irremediablemente se ha adueñado de mi, pero tampoco quiero luchar, me dejo llevar por la corriente que me lleva hasta sus poemas más íntimos.
Sus inseguridades me vuelven loca y me gustaría llevarle un espejo que le muestre que tan hermosa es, pero ella no lo puede ver.
¿La haz visto dibujar la fuerza de los caballos?
¿La haz visto escribir la risa de los niños?
Ni siquiera ella se da cuenta de lo que me hace y no sé cómo decírselo.
Aún no te hablo de sus labios y ya te has enamorado de ella.
Pero no te dejes engañar por ellos que te pierdes el brillo de sus ojos y sería un pecado dejar que el chocolate que rodean esas pupilas se derrita sin admirarlo.
¡A que te has enamorado también!
Ya me habían dicho que era imposible no amarle....

martes, 29 de octubre de 2013

Lo que me callé mientras me mirabas.

Me mirabas y no sabías dónde estaba.
No sabías que estaba perdiéndome en lo más profundo de la oscuridad, donde no me podías alcanzar.
No sabias que hacia ya un tiempo que no estoy.
Me ves con esa mirada de que me necesitas, pero no sé cómo hacer que me escuches entre tanto ruido, pero tú no escuchas nada.
No entiendes que no puedo gritar porque me estoy ahogando y que no encuentro sentido o camino para encontrarte.
No hay dirección que seguir, no hay un patrón de salvación o una manera de salir flotando fuera de esta Nada.
Tú me miras y te quisiera decir cuánto lo siento, cuánto lamento que tengas que verme así.
Se resbala una lágrima por tu mejilla y quisiera poder acercarme a secarla, pero no puedo porque estoy vacía.
Estoy tan drenada que no puedo mover mis labios para decirte que te amo y que nada de esto es tu culpa, quisiera que mis brazos pudieran abrazarte, pero lo que mas quiero hacer es decirte "Perdóname"

No le digas a nadie

Te contaré que sus manos sobre mi piel me hacían temblar y que mis dedos titubean al querer alcanzarle.
Te diría que jamás le dije cuánto le amaba, pero que cada vez que le veía mis brazos luchaban contra mi cuerpo por decírselo.
Por favor no le cuentes a nadie de las noches en vela en las que me pasé dibujando cada rincón de su cuerpo y describiendo la suavidad de su piel.
No hables de las fantasías que he callado y que ahora te estoy confesando, tampoco les digas cuántos lunares le he inventado, ni cuántas veces sus labios me han besado.
No les digas que me pierdo en sus ojos, ésos que me conozco de memoria y que me he estudiado cada mañana.
Quizás además te cuente sobre la curva de sus pómulos, sobre la sombra de su nariz, sobre el brillo de sus pupilas...
¿Te he hablado ya de los rizos de su cabello? Si no lo he hecho te haz perdido de mucho, pues me he quedado a vivir dos años en ellos y he aprendido que un boleto de ida puede ser igual que uno de vuelta si no conoces el destino, pero si el destino es su pelo, sólo consigue uno de ida y jamás pienses en el de vuelta.
Jamás te dejes colgar de la curvatura de sus pestañas pues te puedes quedar encerrada en ellas, pero te aseguro que jamás querrás escapar, pero te podrías perder de lo que ahí mas allá. Te podrías perder el origen de sus suspiros y esa sonrisa tan cautelosa que hace mientras canta, y eso sería el peor infierno.
Así que no le digas a nadie todo esto que te he estado contando, porque no debe saber que yo sigo queriéndole, por favor mantén este secreto y no le cuentes a nadie de lo que te he dicho porque cuando sepa lo que siento podría perderle.

lunes, 28 de octubre de 2013

Podemos empezar un hasta luego.

Te miro por ultima vez desde el pasillo de abordaje. Me regalas una sonrisa y escondes tus lágrimas entre tu pelo.
Me muerdo el labio para evitar correr a tu lado.
Cojo la maleta y me obligo a dar pasos lejos de ti.
No sabes que me he empacado tu última risa, que llevo un rizo tuyo en el compartimiento de enfrente y que guardé bien acomodada una noche de primavera contigo. Llevo una de tus melodías en la cartera y un suspiro que dejaste escapar mientras dormias
No me han regresado por los insomnios que te he robado y me los he enredado en el cabello.
Me cuelgo la mochila al hombro sufriendo a cada golpe de latido el peso de tu ausencia, y mi respiración se agita por encontrarte.
Obligo a mis ojos a no verte de nuevo y mis labios susurran un "Hasta Luego".

viernes, 25 de octubre de 2013

Atarme las pestañas para no mirarte.

Nos hemos construido entre paréntesis porque no me he atrevido a salir de él y decirte que te amo.
Que te debo decir que me aterra destruir los cimientos que hemos levantado.
Que me envuelve el puto miedo de perderte y cada maldito minuto estoy a dos segundos de decirte.
Pero aquí me tienes atándome la lengua a la garganta para evitar soltarla y soltarte la mano para dejarte sin aliento y adueñarme de tus labios.
Que sigo escribiendo a la media noche porque no puedo dormir sin contar las maneras de hacerte ver lo que me callo.
Y me tengo que concentrar para no perderme en tu mirada y tengo que atar mis cuerdas a la acera para no salir volando a tu encuentro.
Pero una vez más te beso la mejilla y sólo unos centímetros me alejan de mi delirio, que quisiera coserme los labios para no correr a tus suspiros.

jueves, 24 de octubre de 2013

Si te viera mañana...

Si te encuentro por la calle tal vez te sonreiría y ocultaría estas malditas ganas de correr a tu encuentro y de decirte que te he estado extrañando más de lo normal.
Si te encontrará por el bulevar te preguntaría que cómo haz estado y hasta te preguntaría por tus mascotas y después me despediría de ti y te diría que te hablaré después aunque yo sé que no lo haría.
Si te viera en cualquier reunión tal vez ni te hable, tal vez finja que no te he visto y me ahorre el invitarte a por un café un día de estos y esta tremenda necesidad de abrazarte y no dejarte ir.
Si nos topáramos de casualidad quizás me ría un rato y te diría que ha sido genial este tiempo, y estoy segura que te diría que ando con prisas para evitar entablar una platica contigo.
Si te viera distraído por la calle tal vez ni te hable y tomaría la ruta opuesta para no encontrarte y me llevaría tan enloquecedora noche de insomnio pensando en cómo estarás y si piensas en alguien ahora.
Si te viera mañana te diría que me ha ido de puta madre y que tengo miles de planes que ya estoy llevando a cabo y que me mudaré de ciudad y que estoy interesada tal vez en alguien.
Si choco con tu recuerdo en el espejo del baño, te reconoceré al instante entre la mascara corrida por mis mejillas y mi desastrosa cabellera y sabré que eres tú y tú nunca sabrás quién es, quién eres.

Esclava de tus letras

Él es la mejor canción que he escuchado. Es, de algún modo, todo lo que le daba sentido a mis notas.
Sus cuerdas le daban potencia a mis teclas y cuando se fue éstas se fueron quebrando una a una.
Le he escrito otra canción, una canción que lleva su nombre impreso en cada estrofa y en cada rima de mis versos.
Paso las noches pegada al piano porque no me dejan dormir las melodías que le tengo. He despertado ya a varios vecinos y se han quejado de la soledad de mis letras.
Me han dicho que cada compás es como una nueva herida. Imagínate cuanta sangre he perdido.
Ellos no saben que no puedo detenerme, que tu pensamiento me tortura por la noche y que no me deja hasta que te saco en cada estrofa.
Pero aquí me tienes, tan tuya como nunca, como siempre me haz tenido. Tan idiota y enferma que sólo puedo ser feliz siendo una oscura esclava, pero así me encuentro, y así me pierdo un poco más a mi tratando de encontrarme en ti.

miércoles, 23 de octubre de 2013

Que hoy me acordé de ti, como ayer.

Después de tanto y de tan poco me parece el tiempo que hablamos se nos ha quedado corto.
Y el tiempo en que nos conocimos... no lo sé, tal vez estabas distraído.
Una semana, tal vez dos, pasaron, pero para mi el tiempo se pasó volando.
Seguía inventando historias donde te encontraba, pero de ti, de ti ya no queda nada.
Creía, creía que te encontraría algún día, pero ahora me tomaste desprevenida.
Creía, ¡y vaya que quería creer!, quería creer que tu volvías una mañana cuando yo estaba hecha trizas.
¿Roto? ¿Hablas de mi corazón?
¿De qué hablas? Bueno, he perdido la razón.
Rimas, solo eso podía darte.
Porque versos, versos eran los que te llevaste.
Después llegó el día en que extrañé tu sonrisa y quise escribirla, pero llevaba prisa.
Te dibujaba cada vez que te miraba y así terminábamos, sin palabras, sin aliento, y con estas malditas ganas de agotarte. Dime cómo sacio este deseo.
¿Cómo termino con esto, cómo lo culmino?
Esto que es tan tuyo, como es mio.

martes, 22 de octubre de 2013

Amor es ella.

Me han preguntado que si creo en el amor, pero creo en ella.
Amor es cuando ella despierta en la mañana y me dice con una tremenda sonrisa que prefiere helado de desayuno.
Cuando el sol se cuela por la ventana y se mezcla con las sábanas y con sus melodías vespertinas.
Amor es cuando ella baila por toda la casa e inventa canciones sin sentido.
Es cuando ella me besa y dice que quiere ver de nuevo la serie entera.
Es cada risa que me guardo en el bolsillo para nunca perderle.
Es cada sonrisa que regala a los extraños. Y los 'Buenos Días' que llegan desde sus sueños.
Ella es amor.
Porque si me preguntan si creo en el amor les diría que no, pero que creo en ella cada vez que me besa y cada vez que sus manos recorren mi piel y cada vez que me deja resbalarme por su espalda.
Entonces les diría que amor es ella...

lunes, 21 de octubre de 2013

La chica que me llena los insomnios

Que si puedo hablar de ella me mudo al instante a sus labios.
Que me escondo en sus rizos porque me muestran el camino a su espalda.
Y cuando conduzco por las calles sólo ella se me aparece en el retrovisor.
Y que me he vuelto poeta desde el momento que ella cruzó esa puerta.
Ella encontró la manera de quitarme las prisas y las ansias, y se coló en los rincones más escondidos de mis letras.
Ella de alguna manera me encontró a mi y se adueñó de eso que creí haber perdido.
Que desde que la conocí ya no soy mía, soy tan suya como mi insomnio cuando no está.
Ella es la mejor almohada que puede velar mis sueños, porque es mejor soñar en sus brazos que perderme en cualquier tequila.
Ella me enseñó que la luna es mejor a las 2 de la mañana siempre bajo su piel y que el sol se veía mejor cuando se colaba por su ventana y bañaba su cuerpo desnudo.
Ella sonríe cada vez que toma un sorbo de café y me dice que la luz sólo es otra parte de la noche y me lleva de la mano de regreso a la habitación donde me aprisiona en la cama y me encierra en su colchón.
Jamás quisiera dejarla pero el mundo se me escapa de vez en cuando y tengo que aterrizar en la cordura que me queda y que se ha llevado ella.
Que por ella dejo el piano y me mudo de horario, al infinito de sus labios y el fuego que congela mis sentidos en sus ojos.

Lo que queda de ambos.

¿Recuerdas cuando te dije que te quería?
Apuesto a que no sabías cuanto lo hacía.
Apuesto a que no sabías que en realidad quería decir que te amaba, pero no podía.
¿Cómo podría decirlo?
Que yo siempre ando con prisas y que tus sonrisas se me quedaban en las letras.
No podía perderte, y la única manera de quedarme contigo era mantenerme en silencio.
He buscado una que otra excusa para poder verte de nuevo, pero se me acaban los motivos para encontrarnos y me aterra pensar que corro el riesgo de decirte lo que siento.
Después de pensarlo un poco me atrevo a decir que no lo diré.
Prefiero tenerte, aunque no sepas que te escribo.
Pensaba en dejarte, en alejarme de ti, y ahora el tiempo se me vino encima y sólo me quedan un montón de versos sin sentido que tratan de encontrarte, pero terminan perdiéndome.
Aún tengo tus abrazos guardados entre las sabanas, y también tus rizos se esconden en mis melodías y no puedo evitar escribir canciones por necesidad, porque creo que haciéndolo te puedo olvidar o al menos dejarás de doler. Qué tonta he sido al pensar que podría olvidarte, que jamas aprendí a seguir sin recordarte.
La última vez que nos vimos estaba decidida a romper mis reglas por ti, pero no pude decirte, así que mejor corrí.
Te prometo que no te molestaré con estos sentimientos rotos, ninguna carta te llegará y ninguna canción será escuchada y seguiré guardando los poemas que te escribí bajo mi cama